31.1.10

dominguero

Hace unos días alguien me dijo acerca de un texto que había dejado en el blog que era “contraproducente”, y, lógico que un texto es contraproducente (por definición, por intentar existir) en una comunidad que solo se nutre de lo efímero de una imagen que nada dice, que fomenta una instantánea conexión que desconecta a todos de las reales realidades, de las posibilidades verdaderas.
En este “marco de navegación”, si, propongo lo contraproducente de palabras que se manifiestan mas allá de las imágenes sin sentido ni dirección.

(Anímese a quedar como un pelotudo y regale un libro)

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