30.11.12



Cuando venía de camino me cruzo con una pompa fúnebre, apenas un acompañamiento. Su contundencia es irrefutable y en ese momento estallan todos los conceptos de eternidad, posteridad incluso olvido y perdón.
Me pregunto si la idea de trascender mas allá del tiempo, no es otra banalidad irreverente. 

26.11.12


Coloque en la licuadora hielo molido, duraznos en mitades (6) y media botella de vino blanco dulce. 
Sirva en vasos largos, generosas cantidades y dispóngase a ver junto a ella una película de < Tim Burton > que siempre es una garantía.

23.11.12

Iguanas.

Hoy a la siesta tenía que esperar unos minutos, me detengo en la entrada de la II Brigada Blindada, justo ahí en el cartel donde dice que allí: funcionó un “Centro Clandestino de Detención”. Se me acerca un señor cipayo y me dice: “esto es zona militar – circule” (me lo dice con ese tono con el que hablan)… no sabía si cagarme de risas o seguir mirándolo con cara de nada.

22.11.12

“Rayos del sol a la hora del sol…”

Pese a todo lo blanco y negro del día de ayer, nada está aquí ni mejor ni peor y sus ojos del día se tiñen de un ámbar violeta.
Tarde ya y poniendo énfasis en el destino del héroe en medio de la tragedia, vimos a medias luces “La lista de Schindler”.

Corrían la segunda mitad de los ´90 en plena adolscencia y vimos el estreno de esta película con Leandro Garbate y unos años después leí el libro mientras le hacíamos el largo y veraniego aguante a Luciano Lallana en la clínica Modelo. El recuerdo a mis amigos hoy (será por la lluvia que me pone melocotón).

21.11.12

Cuestión de paladar.


Uno cuando es niño siente que el vino tiene un gusto desagradable, lo mismo suele pasar con el < cine >, la música o el tiempo en que degusta un chocolate.
Es curioso, hoy en medio de un bajón de presión, recordé una película en blanco y negro, tal vez por esa canción llamada “ámbar violeta”.

En pleno auge de la modernidad, allá por el siglo XVIII, los hombres destinados a ser grandes no respetaban las reglas sino que las hacían, cambiaban el orden establecido en un permanente optimismo idealizado.

Mediados por el innegable < retroceso del progreso >, nuestro tiempo de apatía y arrojo, con escasas luces de ideales y esperanza, también supone la construcción de reglas que le otorgarían al hombre, mayor libertad de pensamiento y de acción. Todos levantamos la bandera de la libertad irrestricta.
Recuerdo un texto básico que compara las aulas de hoy con galpones, es decir reductos con un precario orden normativo, siempre a punto de fracturarse.

¿Acaso no es el síntoma de la institucionalidad imperante?

(La capacidad de ver este corte profundo en la red de relaciones sociales, debe superar los auspiciosos embates y optimismos coyunturales, es decir pensar el mundo nos obliga a superar la inmediatez).

20.11.12

Etimología de la palabra religión.


(Todo término es una construcción cultural que responde a un tiempo y espacio, las palabras lejos de ser inmóviles, marcan el destino de las culturas).

El vocablo se deriva del sustantivo latino religio que significa “reunir de nuevo”, “releer” o “lectura”. Remite a una repetición venerable y paciente (sagrada) de un orden o acontecimiento originario por el que actualizado, el hombre es capaz de descubrir lo verdaderamente valioso; lo valioso en si que se oculta en el universo.
Entonces, en esta primera acepción (por cierto muy primitiva) queda asociado el término a lo divino por medio de un ritual,  es decir: por medio de gestos y utensilios a los que se les confiere poder, un poder convocante de las fuerzas divinas, ya que conservando los rituales antiguos se mantiene un orden armónico, con el plano de lo sagrado, integrando nuestro plano siempre (y en toda cultura: profano, carente) con aquel que es perfectísimo y abundante.
Desde la perspectiva romana, religión referencia a nudos de paja, nudos que un miembro de la comunidad ataba entre las vigas de los puentes, para fortificarlo – hace referencia a un oficio dentro de la ingeniería romana: es de ahí que el hacedor de puentes de máxima jerarquía, es llamado pontífice. Expresión que llega hasta nuestros días, siendo el Obispo de Roma, justamente el Sumo Pontífice.
La asociación del término (por medio de un sincretismo) entre las dos acepciones presentadas tienen su fundamento en la sencilla explicación de que: los puentes están transgrediendo un salto natural en el terreno, pero con la debida pericia o con los rituales necesarios se convoca a las divinidades, a que protejan el camino de aquellos que se abren paso, aún a través de la ruptura natural (por ejemplo el curso de un río). La intención de los hacedores de puentes, no es la del sacrilegio o la de transgredir ese orden natural establecido, sino la de la preservación de aquello que es valioso en el cosmos (decíamos al principio) y por eso, estos miembros de la comunidad estaban integrados al todo de la vida cotidiana, ya sea en lo social (individual o colectivo) tanto como en las fiestas de las cosechas y lunares, etc.
Tras el ingreso del cristianismo en la cultura romana (occidental), se da un nuevo giro en la significación del término, el que ahora y producto de la Alianza que Israel trae ligada a Yahvé, pasará a designar la experiencia individual del hombre con Dios y su conjunto de rituales, enseñanzas y normas, como medio, camino (puente) para no solo mantener la Alianza sino preservarla.
Ya en el siglo II de nuestra Era los llamados Padres de la Iglesia, comienzan a darle un sentido aún más cerrado al término y es el de escuela o secta, término que con Justino Martir alcanza su rostro peyorativo en su lucha contra las comunidades cristianas gnósticas. U otros casos en que en las cartas entre Obispos se menciona a “la religión de los cristianos” y “la superstición de los judíos”, siendo que entonces, solo la religión verdadera ata al hombre a lo sagrado y no la falsa (claro está entendida como revelada o universal: una verdadera y otras falsas).
En este tiempo (siglos II y III d.C.) ya estaba absolutamente desaparecido el término originario y es la matriz judía con desarrollo cristiano la que impregna el decir, el hacer y el obrar de los hacedores de puentes, tornando cerrada y hasta mezquina aquella vieja expresión de armonía, por una construcción excluyente de la alteridad, vaciándose de sentido el núcleo originario de la percepción de lo sagrado por parte del hombre, es decir que en el adelante (y punta de lanza del occidente-universal) ya no tendrá sentido el cómo de la relación con lo sagrado, sino mas bien el que, de su objeto de veneración.


Sin embargo otros navíos, navegan mucho mas profundo porque lo hacen con el vendaval del pensamiento mismo.

19.11.12


Dice Gilsón en una de sus tesis que, se puede filosofar desde la fe, a partir de ella o en contra – son lecturas posibles, con sus consecuentes caminos de interpretación, lo que nunca puede hacerse es pensar (filosofar o hacer ciencia) como si la fe, no hubiera impregnado todo el esquema de pensamiento y entendimiento.
Bakunin que es un anarquista ruso del siglo XIX, nos dice en su obra Dios y el Estado:

“Vuelvo al mito del pecado original (…) el hombre se ha emancipado, se ha separado de la animalidad y se ha constituido como hombre, ha comenzado su historia y su desenvolvimiento propiamente humano, por un acto de desobediencia y de ciencia, es decir por la rebeldía y por el pensamiento.

18.11.12


Así, fugazmente pienso en que pensamos los hombres cuando solos en medio de la noche, solo cobijados por una fogata y sus más excelsos demonios. 

17.11.12

Hace unos días concluíamos un debate diciendo que: la tecnología va necesariamente de la mano con la existencia, el hombre en tanto carente se siente extranjero en plena noche, donde acechan y gobiernan, el hambre, el frío y el miedo. Manipular el fuego es el primer paso para la construcción, la cocción de alimentos y para disipar el temor a la oscuridad, allí comienza un proceso de semiosis y transformación que es ilimitado, que seguirá un decurso en la medida en que exista el hombre. En este mismo sentido y tal vez, por los mismos motivos,  la pregunta por el fin de la historia, también entendida como el fin del la propia vida, es parte fundamental de la existencia del hombre, de hecho constituye su esencia. 

16.11.12

Nihilismo.


Comienza Franco Volpi (un texto pedagógico sobre el nihilismo, donde reconstruye la ruta del término – Nihil de latín: nada) diciendo que si el pensamiento es hijo del tiempo en que emerge, eso no implica que el pensamiento sea esclavo de su tiempo, citando a Hegel.
Los acontecimientos que siguieron a la teoría Hegeliana instalan en el pensar, una fragmentación tal que hace imposible establecer discursos que se pretendan universales, en este sentido se suma el dominio de una tecnociencia  irreflexiva. Van a decir pensadores como Nietzsche, Dostoievski y Heidegger que el fenómeno del nihilismo será el estado definitorio de occidente. El capítulo primero parte de una expresión no solo pesimista sino a modo de sentencia: “el hombre contemporáneo se encuentra en una situación de incertidumbre y precariedad”, donde la superficie de los valores tradicionales está en ruinas.
A este estado de vacío lo explica el fenómeno del nihilismo, pero ¿qué es? – comienza a discutirse en la segunda mitad del siglo XIX y se desarrolla ampliamente durante el siglo XX, es la expresión de tentativas artísticas, literarias y filosóficas dirigidas a experimentar la potencia de lo negativo y a vivir sus consecuencias. Va a decir Nietzsche que es el tiempo donde los valores supremos se desvalorizan, es el tiempo donde se pierde el sentido y la orientación, las referencias tradicionales caen en desuso. Es un tiempo en que la nada se impone con presencia propia, en pleno desarraigo metafísico moderno.
“Como una sombra insuprimible la nada ha acompañado y fatigado la reflexión filosófica”, pero en nuestro siglo, este pensar la nada hace referencia a un tipo de hombre y su actitud teórico-práctica frente a la realidad que se impone mecánicamente, desde la esfera del mercado, la publicidad y la guerra. Es una ruptura anclada en el desencanto.
Tras la expresión de que con los tiempos de la modernidad, Dios ha muerto, se esconde en el hombre una libertad desesperada dice Volpi, ya que la trascendencia pierde su fuerza vinculante, el hombre queda abandonado a sí mismo. Entonces esta libertad que es desesperada, infunde mas angustia que plenitud.
Con Nietzsche el fenómeno es abordado de manera radical, hasta lo que se considera sus verdaderas raíces: el platonismo y el cristianismo.
Fue decisiva la lectura que hizo cuando joven de la obra de Schopenhauer, sobre todo la obra “El mundo como voluntad y representación”, donde concibe este pesimismo como pasividad y debilitamiento del espíritu, definiendo la existencia del hombre como: una nada consciente de sí. Es de este abrevadero donde va a nutrirse Nietzsche.
Nos parece importante explicar la famosa expresión sobre la muerte de Dios, desde su origen el pensamiento de Schopenhauer y de Mainlander: el origen del mundo (nos cuentan) es un acto voluntario de Dios, es el resultado de una acción de la trascendencia que nos es incognoscible, y el mundo tiene su origen en el acto en que Dios deja de ser el super-ser que está mas allá del mundo y del ser, para disolverse en la inmanencia, esto es en el no-ser.
Es allí entonces, en una filosofía de la historia sometida a la leyes del dolor, de la máxima virginidad y en el recomiendo del suicidio como rendición de la existencia y total negación de la voluntad, es allí desde donde parte el pensamiento Nietzscheano, sin olvidar sus lecturas de Dostoievski (con quien sintió un instinto de afinidad, según él mismo lo dice, no obstante haberlo conocido tarde).
Serán centrales en el devenir de occidente, sus tesis sobre la decadencia. 

Escribo de regreso, son solo garabatos como siempre. 

¿Quién soy - acaso - para dejar epitafios?

El sol es intenso pero tiene el dulzor de la tarde, como tu mirada. Recién alguien dijo que “es tan bello ver fugarse crepúsculos”, me quedó en el paladar.

13.11.12


Todas las palabras nacieron para ser escuchadas, algunas quedan inmortalizadas al menos en el corazón de unos pocos, mientras que tantas otras caerán en el olvido.


Pensé esta línea el mismo día en que ella citó a Nietzsche.

11.11.12

XXIII Jornadas de Epistemología e Historia de la ciencia


En unas horas parto a las XXIII Jornadas de Epistemología e Historia de la ciencia, organizado por la Universidad de Córdoba.
Allí presentaré un trabajo acerca de la metáfora como analizador social, con especial atención en el sector de la salud.
Quiero agradecer la generosidad del Profesor Claudio Stafolani por “elevarme” a la categoría de co-autor. Espero estar a la altura de tales circunstancias, siendo esta mi primera experiencia como ponente. 

Recuerdo una novela adolescente, de esas que se leen por obligación escolar.
Un joven llegaba a la capital proveniente de no sé qué remoto lugar del país, en el aeropuerto todos corren y lo agolpan, se pregunta por qué nadie se detiene a la saludarlo o siquiera a mirarlo, él ahí solo. La autora con picardía se pregunta: ¿Por qué habrían de saludarlo qué, acaso es Joan Manuel Serrat?
Al cabo de un novelesco año, el mismo joven parece irse y veinte o treinta personajes lo despiden del mismo aeropuerto, lo vivan, lo aclaman, lo lloran incluso. La autora, con la misma picardía se pregunta: ¿acaso este joven, quien se cree que es, Joan Manuel Serrat?
Detrás de este vano y pedorro fragmento, se esconde un atardecer presente.
(Partimos).

8.11.12


Llevó a un extremo aún más radical sus conjeturas, casi a vísperas de las refutaciones.

Pensó con aire de sentencia que un explorador tiene el gesto de tensión que se necesita para seguir un rastro, para encontrar ese hallazgo, para conquistar un pico.
Mientras tanto, el aventurero deja que la luz de la mañana lo sorprenda con nuevos vientos, porque descansa su marcha con la sola vista anclada al horizonte.
No pensaran que es una observación menor la de hoy, la diferencia es (casi) irreconciliable.  

6.11.12


Acabo de abrir un libro de Paulo Freire: “Pedagogía. Dialogo y conflicto”. Curiosamente lo dedica a: “todos los que me preguntan”.
Muy groso el maestro. 






3.11.12


La Basílica de Lujan con el agua hasta los tobillos (digo), ¿no es acaso una genuina postal de los tiempos que corren en la cristiandad? 

Pensar filosóficamente es antes que nada pensar, es decir que es una experiencia que excede el campo disciplinar (por un lado) y por otro le es anterior, el mero pensar abarca la totalidad de la experiencia y ofrece mayores posibilidades que al estar atado, a ciertas categorías, pensar es un impulso

Toda la libertad cifrada en mis textos ¡!
(a ese respecto de las experiencias auténticas)