31.5.13

Rigor mortis. Tragedia.
Cuando comencé a leer Antígona, encuentro esta expresión en el prólogo de Salustio: “El cuerpo de Polínices yace insepulto, y Antígona, intenta darle sepultura, es impedida por Creonte y, al ser sorprendida mientras lo sepultaba ella misma, es destruida. Hemón, el hijo de Creonte, enamorado de ella y siéndole insoportable semejante desgracia, se mata él mismo. Por lo cual, también su madre, Eurídice, pone fin a su vida con el lazo”.

Si bien es parte del argumento y vaya uno a saber porqué (cosas del viento) recordé un fragmento del comienzo de “Berenice”, el célebre cuento de Poe, llegué a casa, lo busqué en un hermoso ejemplar de compilaciones del autor que compré hace unos años y allí estaba, decía: “… así, en realidad, de la alegría nace la pena, bien porque el recuerdo de la felicidad pasada forme la angustia de hoy, bien porque las angustias que son tengan su origen en los éxtasis que pueden haber sido.” El texto que invadió mi pensamiento como el viento, no es directamente relacionado ni mucho menos, sino es como el sentir de quien mira la escena desde afuera pero dentro.

26.5.13

... siempre apostamos por convicción a que es saludable recuperar la voz para someter a la lupa de la razón, salir de las redes de la creencia y discutir nuestros pareceres aún de manera imperfecta, antes que callar o ser callados y olvidar que libres hemos nacido, es necesario reaccionar ante la narrativa disciplinaria, porque la ceguera en nuestros tiempos es un mal que afecta a muchos pero otros, quienes pretendemos seguir viendo tenemos una responsabilidad personal y social que es la de recuperar la lucidez. Lucidez necesaria para pensar nuestro mundo con los otros. 



(fragmento mío aún inédito, tal vez el lugar de la verdadera validez y lucidez).
Hace un tiempo estaba en un asado dominguero al mediodía, bien Argentino. Había amigos, conocidos, infiltrados y entenados, en un costado un grupo de pavos hablaban de violencia nocturna, futbol y borracheras, entonces seguro hice una de mis caras de pocos amigos, por lo que un entenado me dijo: “vo´ no sos argentino”.
Hoy es 26 de mayo, como desde hace unos cuantos años a esta parte nos confesamos decididamente detractores de las efemérides recortadas a la medida de Billiken y Anteojito que nuestras maestras de primaria, no creo que por perversión (porque para eso hace falta lucidez), sino mas bien por desánimo nos enseñaron al ritmo de cantitos y collages.
Clavar una daga sobre las efemérides inmortalizadas, en ridículas recetas y reduccionismos, no es negar la historia, por el contrario es indagar con astucia sobre los relatos que nos atan a un pasado mítico.
Cabe preguntarse a qué hora habrán amanecido el 26 de mayo de 1810 Saavedra, Paso y Moreno – ilustrados lectores de Montesquieu y Rousseau. Es ingrata la imagen siempre maldita de negros vendiendo felices mazamorra caliente para la vieja sin dientes, empanadas y no sé que yerbas.

Sobre la sangre de los gauchos se hizo la frontera del norte y sobre el sudor de los inmigrantes el campo de las provincias.  

20.5.13


El bañodel Papa” cuenta la historia del costo de la fe de los mas humildes, siempre elevado hasta los límites de lo indigno.
Desde las antípodas de las discusiones de alta teología, cobijadas al calor de las encíclicas y letras muertas cargadas de eufemismos, la película que fue realizada íntegramente por gente sencilla y a cara lavada, en escenarios sencillos de frontera, intenta superar la crítica común de los discursos anticlericales.
Cruda y emotiva, apunta al concepto de fe ciega y la esperanza en estado absoluto, siempre entre la espera y la desesperación. Una resignación permanente, que marchita los corazones de aquellos que nada tienen y poco reclaman.

Yo le doy ***** Valentínes a este film.

19.5.13


Anoche vimos “Juan de los muertos” recomendada por Juan Rizzo, una extraña mezcla de lo grotesco y lo político en un film de zombies cubanos, lugares comunes y dobles sentidos.
Para pensar ciertos discursos desde el absurdo y lo disparatado. 

17.5.13


Vuelta de hoja.
Después de algunas tazas de café wild, hemos llegado a la página 306 de un notable libro. Es curiosa la pasión con que se devora una obra sutil-grotesca y cautivante; sin embargo tras una breve pausa, como tragando saliva, se va a hasta la alacena y se pone uno a cocinar arroz, como si nada hubiera sucedido. 

16.5.13


Como todas sus palabras circularon primero en el interior y fueron refutadas largamente por su doliente e impetuosa precariedad.
Con el tiempo los debates fueron creciendo en razón y pasión, así merecieron circular entre pocos y la palabra se hizo misión. Asumió roles y personajes. Murió y naufragó: todo a flor de piel día tras día, corriendo hacia el inevitable estruendo.
Una larga diáspora le sirvió de prisión y aprendizaje, volverá ahora como un manuscrito en el que la figura del hereje se repite como una pesadilla, como un sueño o mejor un recuerdo. No esta fechado sería un arrebato, es una construcción permanente que se desgasta y a la vez se vuelve implacable, como una daga. 

De repente uno vuelve el rostro hacia lo seguro y necesariamente se pierde en la duda que reina en la certeza.


Estoy convencido, cada día se un poco menos que el anterior.

Como el amanecer, Afrodita fue hija del mar, del tiempo y de un rayo furtivo.
Belleza, Amor y Sexo, se hizo retazos inmortales. 

14.5.13


Estaban todas amarillentas las páginas del corazón del naufrago. Sin botellas a la deriva ni siquiera para matar al mensajero, cuanta mezquindad. 

Lo aprendí desde muy chiquito como tantos datos finos de la historia universal: el volcán Vesubio estallo un 24 de agosto del año 79, exactamente 1900 años después, asistía yo a las puertas de este mundo.

Sobre las ruinas de Pompeya se pregunta un extraño de aquellos tiempos, casi ajeno pero con aire de nostálgico: ¿cuántos amantes no se despidieron en el momento de la erupción y cuántos otros murieron arrollados por los fuegos?

9.5.13


todo con minúscula.
anoche fuera de los límites del pensamiento, un grupo de “profesionales” periodistas (que insisten en llamarse) le hacían una disparatada entrevista a zulema menem, exprimera dama de la república, quien asumiera el rol, luego del divorcio de su padre carlos saúl, con zulema yoma (su madre). las preguntas estaban todas enmarcadas en la dinámica de ping-pong (como un juego de ingenio novedoso): ¿ropa interior de encaje o de algodón? ¿elsa serrano o gino bogani? ¿papá o mamá? - la entrevista fue una vuelta a los noventa. una vergüenza comunicacional, un insulto. es que son cipayos con lentejuelas y bordados. eso que han perdido, eso se llama conciencia social.   

7.5.13

El escenario siempre es el mismo, un día cualquiera en la Atenas del siglo V a.C, dos se encuentran y caminan, uno de ellos le pregunta por aquel banquete al que asistieron varios notables pensadores y hombres de negocios.
Ese mismo, para el que Socrates llevaba sus vestidos limpios y la barba peinada, las sandalias puestas… como pocas veces sugieren. 

5.5.13


Hoy por la mañana encontré este párrafo: Mandar recitar de memoria lo que no se entiende es hacer papagayos. Enseñen a los niños a ser preguntones, para que se acostumbren a obedecer la razón: no a la autoridad de los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos. Al que no sabe cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra”. Palabras atribuidas a  Simón Rodríguez, me las quedé pensando mientras se enfriaba un té junto a mi mano, las comparto – las exalto. 

4.5.13


Cientos de personajes menores poblaron el panteón griego junto a Titanes, Dioses, Héroes, Ninfas.
Entre ellos casi desconocido por nuestro tiempo, un tal “Pan” de ascendencia desconocida, por lo general se le atribuye la paternidad a Zeus y en otras ocasiones, la maternidad a Penélope (resultado de una orgía por despecho), lo cierto que habita en los bosques al calor de la vegetación, ágil, músico agudo, cazador, su presencia puede ser tan apabullante y vigorosa que genera el pánico. Sus pinturas e historias, dieron origen a las primeras ilustraciones del Diablo, ya en los tiempos muy posteriores del cristianismo… ese mote aún le queda en nuestros días.  

2.5.13



Un día el Partenón quedó en silencio y sobre las ruinas se deben haber tejido historias de aparecidos, para asustar a los niños griegos que molestaban a la siesta.

1.5.13


El Olimpo había sido burlado, Prometeo dio a los hombres el candil fundamental para el desarrollo y ejercicio del ingenio, sin temor a los dioses protegió al hombre dándole la llama de la conciencia. El fuego es el ancestro de la razón iluminada de la modernidad, la que pretendía avanzar siempre en la dirección del progreso.
Hasta aquí un engaño y dos castigos.
Por un lado Zeus ordeno el castigo de Prometeo: un águila le comería el hígado cada día – hígado que se regeneraría cada noche por ser el órgano de un inmortal. Por otro lado en castigo de los hombres, fue enviada a la tierra Pandora una mujer emisaria de los dioses que introduciría todos los males: plagas, pestes, pobreza, abandono, guerras, mentiras.
Esta combinación de fuerzas benéficas y oscuras son más que un relato teológico, es una semblanza del corazón de las personas: el impulso libertario y la conciencia de finitud, un a medias permanente…
El texto que llamamos "Pensar las instituciones, mas allá de la violencia" fue publicado por la Agencia de Noticias AIM; una vez mas lo agradezco públicamente.

1° de Mayo. El hombre reducido a engranaje.


El Día internacional del Trabajo es una jornada de lucha de los derechos de los obreros. La reivindicación no evoca un festejo sino una lucha de clases – una condición que atraviesa toda la historia de las civilizaciones, es una herida siempre abierta y la sospecha hacia una lógica de reproducción social violenta: física y simbólica. Según la Real academia Española se define reivindicar como “argumentar a favor de algo o alguien” y además como: “reclamar para sí la autoría de una acción”. Contra esta condición de autoría y realización de la actividad productiva, el capitalismo pos-revolución industrial enajenó al hombre de esta condición y lo tornó más allá de la naturaleza, una mercancía, apenas un recurso.  
La primera distorsión se establece cuando el trabajador ya no pone su fuerza física o intelectual, para satisfacer sus propias necesidades, sino al servicio de una planta productiva, que le retribuye con una proporción medida en dinero (salario), aquí su trabajo ya no le pertenece, lo entrega a un precio deliberadamente menor, a favor del fundamento lucrativo de la empresa. Es así que no solo el producto, sino los medios de producción, pertenecen al propietario de tales factores, es decir al capitalista. En este sentido y con una monótona reproducción del ciclo (diariamente), el trabajador forja su subjetividad en medio de un clima de soledad y aislamiento, de insatisfacción, de expropiación y explotación. El hombre reducido a la condición de engranaje.
De lo que se trata, es de cuestionar la tan mentada justicia distributiva y confrontarla con las siempre mencionadas necesidades básicas, a través de la política, que mediante los mecanismos institucionales apropiados, deberá velar por pautas y principios de distribución justas para su población: es decir ¿cómo se soluciona el problema de la pobreza

Pensar las instituciones, más allá de la violencia.


La semana que acabamos de transitar fue en imágenes y tendencias: violenta, podemos decir con seguridad y más allá de nuestra posición en el tejido social que condiciona nuestra manera de interpretar la realidad.
Desde lo que se dio en llamar “18-A” y la brutalidad de la policía metropolitana, pasando por una pelea on-line de dos niñas camino o a la salida de la escuela, reproducida centenares de veces por el ciberespacio, o bien toda esta térmica puede rastrearse desde las inundaciones del mes pasado, e incluso atravesando el trato vergonzoso que recibió, una supuesta denuncia de lavado de dinero, con cifras obscenas y personajes disparatados todo, todo al ritmo del show televisivo.
Hemos asistido a una monografía de nuestros tiempos: compulsivos y convulsivos.
Suelen utilizarse expresiones referentes a los procesos de salud y enfermedad, ya lo sabemos, para advertir el pulso de lo social, sin que ello implique un diagnóstico especializado, sino a modo de ilustración. Lo compulsivo representaría el rasgo obsesivo de una práctica que oprime al sujeto, es una respuesta violenta y continuada, a sabiendas de su malignidad, mientras que por su parte lo convulsivo es una alteración mental que dura unos minutos con fuertes contracciones musculares, ambas patologías parecerían describir los rasgos de nuestro quehacer cotidiano, en un tiempo en que al menos dos prácticas y discursos pujan por la verdad historizante. 
Las sociedades modernas se desarrollan en el espacio de lo institucional, en medio de un sistema que establece criterios de existencia, tanto la vida individual como colectiva transcurre en el suelo conformado por las familias, la escuela, la fábrica, el hospital, el cuartel, la prisión. Todas apoyadas en el Estado que les da consistencia integral y las articula, ya que las instituciones entre sí, desarrollan relaciones análogas, utilizando lenguajes comunes de modo transferencial, podemos decir que cada institución opera sobre las marcas dejadas por otra previamente, por ejemplo la escuela opera desde las marcas que ha dejado la familia en el niño. Así se teje un encadenamiento institucional que reproduce modos, lenguajes y conductas. La cultura así entendida, es un permanente proceso de significaciones. A partir de esto podemos entender que pensar la violencia escolar, es pensar la violencia en sí.
El sujeto se define conforme a su relación con la ley y es el soporte subjetivo de las instituciones, es decir que el ciudadano se constituye en torno a la norma. Sencillamente: si alguien puede lo que puede y no puede lo que no puede, es porque todos pueden o no pueden lo mismo. La ley en su plano de formulación (igualdad formal) permite y prohíbe a todos por igual, el hombre no es solamente quien está biológicamente definido, sino mas bien quien por sus prácticas se realiza socialmente, quién permanece en las instituciones.
¿Es caer en un fatalismo discursivo si pensamos que nuestro tiempo es violento y fragmentado?, ¿es nuestra sociedad zona de tormentas? ¿Qué tipo de identidad se forja, en un clima de permanente conflicto? Según la Real Academia Española, violentar es aplicar medios para vencer la resistencia, es una acción no consentida y por tanto repudiable. Mientras que la identidad es el rasgo común, el resultado siempre provisorio del entrelazo de historia y representación. En los Estados modernos, la soberanía que se deposita en el pueblo, no descansa allí estáticamente sino que desde él emana y es delegado en sus representantes. La capacidad de delegación de tales facultades forja la conciencia social. La identidad es una relación de construcción compleja y no exenta de diferencias ya que está inserta en una lucha de poderes que en tanto decisiones políticas, éticas e históricas, son abiertas al cambio y transformaciones.
Desglosar el estatuto de la violencia es una tarea imprescindible y urgente, se trata de distinguir el sentido de los términos y formas por las cuales, los sujetos ejercen poder a través del lenguaje, que lejos de ser un mero medio de expresión es quizá la más importante de las instituciones, impone pretensiones de verdad y crea lo existente. En ciencias sociales, el lenguaje suele estar cargado de fatalismos configurando imágenes potentes y en este uso, se torna incapaz de consensuar y construir. Esta incapacidad del lenguaje monopolizado por pocos actores lo limita y pasa a ser un indicador de subdesarrollo social.
Ideología y lenguaje son inseparables y constituyen una prioridad en la acción política porque consolidan una forma de interpretar el mundo, de legitimarlo y de justificarlo. Pero no es lo mismo autoridad que poder, mientras que la autoridad surge y se sostiene desde un conjunto de valores respetados colectivamente, el poder surge solamente de la acción de relaciones de fuerza, lo que implica dominación y subordinación; podemos decir ya que hay poderes que carecen de autoridad. El discurso fatalista del poder desprovisto de autoridad, impregna de conspiraciones el espacio institucional y pone la trama social en permanente posibilidad de catástrofe, en una lógica ambivalente que va desde la espera a la desesperación.
Ficcionar la realidad, narrarla es hacer de ella una convención, un acuerdo que atenta contra la democracia sustantiva y la violenta hacia su forma pasiva, subordinada. Los discursos con pretensiones de universalidad erosionan el espacio político, entonces la reproducción social se entrampa en una circularidad viciosa y el sujeto lejos de emanciparse y partir en búsqueda de su realización, deviene en eterno carente, alienado, constitutivamente violento.