30.12.10

Y habiendo llegado tarde a tantos lugares, este tren no se nos escapo.
Las horas del reloj parecen detenerse.

En contra de toda la tradición que las ha pensado y confrontado, éstas – parecen detenerse.
Inertes ahí, como esperando que nada ocurra, propias horas de un relato estéril.
Miro el reloj, solo 5 minutos han pasado desde aquella hora.
Me intriga saber que hay dentro de él, específicamente como funciona. Pero ahí, no está el peso del tiempo, ahí el tiempo no vale nada – ese es solo un compás.
Mentira, eso no me interesa… solo quería matar el tiempo.

28.12.10

Conjugando el verbo pensar.

Hoy leía un artículo de Tomás Abraham al respecto del rol del intelectual en las sociedades – claro, desde una mirada Foucaultiana – y decía algo que me pareció muy interesante.

El pensar se aleja al mismo tiempo del saber y del creer – el pensamiento tiene que ver con la noción de “caja de herramientas”, es la materia prima y en permanente mutación, es expansiva e infinita.
Mientras que el creer se corresponde a la experiencia salvífica – estabiliza al sujeto y lo detiene en un punto de hallazgo, por su parte el saber se emparenta con la contemporánea noción de técnica (que es una reducción política-funcional del conocimiento), el saber es legitimado y legitimador.
Pero el pensar es la parte caótica primigenia que crea y re-crea nuevos enfoques y lenguajes en una necesidad de apertura.

25.12.10

Navideño.

Como todo, este video (pulse aquí) tiene diferentes planos de lectura.
La simple animación estilo kill bill, la animación como fenómeno comunicacional de nuestros tiempos, el proselitismo de una u otra parte, la apertura a nuevas posibilidades de interpretación de la realidad – de la historia – de cada biografía.

Y lejos de intentar una especie de falta de respeto, lo que buscaba hoy (como siempre) es intentar una especie de estímulo reflexivo.

24.12.10

No olvidar que el arte tiene mucho que ver con la destrucción.

Mis mejores deseos de creatividad.
Y a no confundir.

22.12.10

Manuscritos.

Islas del tesoro y otros pecados gustosos.

Madrugadas fértiles, ideas vagas.
Relojes y café.
Cena para dos, perros-hijos.
Simulacros de trabajo, broncas y amor por las mañanas.
Caleidoscopio para variar.
Todas las palabras que se lleva el viento.
Esa frase que no me acuerdo y en tu corazón un baúl infinito.
Páginas de no se quien, inspiración que brota.
Crujido de dedos, colesterol por las nubes y ahí me quedo un rato.
Uñas mordidas.
Orgasmos, tartas de manzana y aperitivos dominicales (casi una misa).
Ceremonias secretas: tribus de viejos lobos y nuevos felinos.
Quedarse sin nafta en medio de la calle, el rescate y otra vez llego tarde.
Ocho goles y la barba desprolija.
Un raid hasta el alma y otros mas hasta los lugares de la infancia.
Aventuras en foto y el recuerdo de tertulias proféticas.
Logos (Heráclito de Efeso y Juan 1-1) – una sandía en la terraza.
Toda mi vida en un sombrero y a veces regreso. Me pierdo (en vos, en el cosmos).
Otro barco a la deriva y un espejo supersticioso.
Copas, nuevos bríos.

20.12.10

Contratos y rupturas.

La pregunta acerca de si ha habido (o no) un estado de naturaleza, es decir previo a las configuraciones sociales y que comprende al individuo en un estado de aislamiento-salvaje es casi banal, lo natural es el instinto gregario: la inclinación a asociarse con otros hombres y configurar contratos, es propio de la naturaleza humana que se funda y constituye en la interacción con otros.

Además, si consideramos la perspectiva griega clásica: el todo (estado / polis) es anterior a las partes – salvemos las distancias claro, entre el estado moderno, las ideas de la ilustración y la polis griega (que es una unidad orgánica, ontológica y constitutivamente superior al estado moderno).
Pero, como bien nos dice Looke, se llega a un estado de naturaleza, cuando aún dentro de colectivos, hay rupturas en el contrato fundante de las sociedades civiles.
Y pienso en los distintos vientos que soplan a vísperas de nuevas elecciones: usurpadores de los espacios públicos, vecinos de clase media (cada uno de estos grupos responden a sus propios intereses y necesidades) y por otros lados, los distintos estadios del Estado, que se planta estratégicamente como en un tablero de ajedrez (humano).
Entonces, el estado de naturaleza es la ruptura de los contratos sociales, son las grietas en el sistema, como gritos ensordecidos.

19.12.10

Pequeñas voces.

Hoy leía en la revista “Barriletes” una nota acerca del valor de la lectura; decía el entrevistado:

“… no hay sujeto sin lectura, pues el lenguaje nos constituye como personas…”
Y pensé que nada mas debía agregar hoy.

15.12.10

Por ecléctico no tiene que perder rigurosidad.

Prefiero los modelos híbridos, que son menos rancios y más panorámicos que las explicaciones cerradas a ultranza.
Apuesto a la canasta de influencias.
A cada texto hay que masticarlo.

A los chocolates hay que comerlos de a poco,
y a las mujeres…

14.12.10

Otro relato desde el suelo.

(Bajo un naranjo en flor)


Él – Hola, estas? – Nos conocimos el sábado.
Ella – Quién?
Él – me prestas 0.5 centavos, tengo un remis en la puerta.
Ella – cara dura --- bueno, toma.
Él – Querés irte a vivir conmigo? – (casi) diez años después.

Amigos – Ese tipo no te conviene.

Posibilidades.

La experiencia del conocimiento puede parecerse a la caminata sin red, por una cuerda sobre el abismo. Trae consigo una impronta reveladora, que al mismo tiempo libera y esclaviza.

Es quizá, como llegar a un pueblo de frontera, con ese aire de cautivadora incertidumbre.
O bien, solo es otro día que los verbos se conjugan aleatoriamente, hasta dar con alguna respuesta correcta.
No siendo posible ningún acercamiento concreto a la verdad, y quizá conocer sea solamente representar la apariencia.

13.12.10

Crónicas.

Del lecho de la dama y el vagabundo.

¿La posmodernidad es superación de la modernidad por corrimiento del eje o solamente es fragmentación por derrumbe?
¿Cómo pensamos acerca de este – nuestro – tiempo?
Si podemos acertar: en que es un proceso cultural multiforme.
Pensar lo multiforme, es pensar la mezcla, la desacralización de las formas culturales y naturalizar una actitud desencantada – ¿acaso es el principio de la apatía de nuestros días? – quizá, solo eso respondemos, porque las respuestas no son “una” ante nada, nunca – mientras se precie algo de posmoderno.
Habrá tantas verdades como miradas de la realidad, así se abandonan las pretensiones de “nueva era” y por ende, podremos asistir al final de la historia, no como tiempo cronológico que anticipa la destrucción total, sino como letargo o estado vegetal.
Al mismo tiempo, es capaz de generarse en el hombre un instinto de vida, positiva y emancipatoria, porque la clave para entender este tiempo, es caminar por la delicada línea que separa la apatía - de la incongruencia radical.
La otredad se manifiesta como igualmente válido, por definición de un sistema no-piramidal, sino en red.
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O podría haberse llamado: “ella ya no es rubia y el tampoco es un gangster”.
O tal vez: “derribando fronteras y perdiendo el habla”
O mejor: “nada del mundo es real”.

9.12.10

Poder ciudadano (¿?).

Ayer pensaba (ante circunstancias confusas) en aquello de que el poder del rey, se vio desplazado por la astucia de los iluminados y ahora en manos de una asamblea (cualquiera sea) el poder es propio de los hombres – de los hombres todos: sin castas, ni títulos nobiliarios, no hay alcurnias o prerrogativas.
Luego de un clima de exaltación y conquista de los nuevos e inalienables derechos, se vio necesario re-organizar la cosa y establecer un vínculo claro entre todos y con uno mismo.

Fue la conquista de la clase burguesa.
Y otra vez (a poco andar) el pueblo – los hombres todos sin prerrogativas – habrían de perder sus derechos inalienables.
Además de los abusos de la clase alta desbocada, el ciudadano promedio se ve ultrajado por aquellos impunes excluidos del sistema. Las huestes de la ruptura, todas aquellas (en principio) víctimas del devenir capitalista ya no son prole, ni camaradas.

Son bárbaros.
Nobles exponentes de la animalidad más brutal en ascenso.

(Otro extraño, pelea por su vida en un hospital – y yo, me propongo escribir crónicas desveladas).

8.12.10

Entorno al pensamiento de Hegel.

El tiempo es gestación permanente.

Hemos pretendido con esta incisión acercarnos al pensamiento de Hegel, ni siquiera siendo una mas, de entra tantas profusas empresas destinadas a interpretar la vastedad de este filósofo.
No hemos hecho más que querer contribuir, quizá torpemente y con la plena conciencia de que solo estamos dando pasos preliminares, propedéuticos de otros posteriores estudios.

6.12.10

Inconciente colectivo.

Los sucesos generan caprichos sociales, que ironía además: hacen temblar hasta a las piedras.

En el acto reflejo de lo negativo hay un valor (positivo) y también fundante.
No hay tal cosa como la linealidad trazada de la historia (inapelable), el azar también existe.

2.12.10

Existir.

(en el terrible espiral del devenir).

En la interpretación de la trama última, somos agentes de una realidad disminuida.
El hombre hace falsas estimaciones de la (su) verdadera naturaleza. Construye modelos (además de los constructos teóricos) para negociar la supervivencia, que de otro modo no poseería, el no-yo es el enemigo, es ajeno a mi, amenazante.

Es que nacer (en si mismo) es una ruptura.

De ese miedo a lo extraño, que es el entorno (de ahí la extranjeridad) emerge la falsa seguridad que se articula como dominio de la naturaleza, sometiendo el entorno. Entonces el hombre se constituye dios y se inventa una explicación del mundo.

Allí comienza, en la perdida – la constitución de la subjetividad.
Desde el océano primigenio, hacia la progresiva diferenciación y patencia de lo externo, hasta el sentimiento de eternidad en el regreso al estado feliz.
Ciencia y religión se confunden fuertemente, porque en el fondo (y no tan en el fondo) tienden a lo mismo.