30.11.13

En un esfuerzo de piratería, gracias a "@matías" tengo aquí, completa la temporada 2011 y remasterizada de Thundercats, una producción de culto para quienes crecimos viendo las aventuras de los “felinos cósmicos”. Es posible que un niño del 2000 no tenga una dimensión precisa de lo que fue para “nosotros” esta serie animada.

Pensaba a raíz de ver los primeros episodios de la nueva saga, que regresar a la infancia no es atarse al tiempo de la dependencia respecto de los adultos o eludir las responsabilidades del tiempo actual. Pienso sencillamente que regresar cada tanto a la infancia, es emular un tiempo casi mitológico abundado de libertad, desprejuicio y sin mezquindades. La edad de las preguntas y de la fundación del carácter.  

28.11.13

Me gusta complicar las cosas simples, por eso creo que di tantos rodeos hasta anclar mis pensamientos en el pensamiento.
Me produce excitación la erótica del conocimiento. Pero no un conocimiento estéril, sino un conocimiento para algo, quizá se llame transformación ese algo… tengo esperanza y tengo fe: no en el sentido tradicional de las expresiones, creo en las personas, pero dudo respecto de la humanidad. Eso me hace humano, sensible… a veces insufrible.

27.11.13

Desde la perspectiva socrática el problema no está en la ignorancia, de hecho todos los hombres lo somos. El problema radica en cuál es la relación que tenemos con ella.
Mientras unos la ignoran, otros la niegan y algunos la utilizamos como trampolín hacia la búsqueda de respuestas. Teniendo una relación sustantiva con ella.

(Hilachas de una mañana de mayéutica). 

24.11.13

“La cantidad de bueyes es directamente proporcional a la capacidad de arado”, haciendo una analogía entre los animales de la hacienda y los campesinos mansos, siervos de la gleba.

Claro que es una expresión válida en un libro que explica a los economistas cosas que ni sospechan (de la historia, de la política y de otras yerbas. Eso que le llaman filosofía), sin embargo es poco feliz, de hecho nefasta ya que pone al hombre como una bestia de carga. Cuando la Edad Media comenzaba a declinar para derrumbarse, los campesinos signaron el siglo XIV con permanentes revueltas, sencillamente porque la palabra no está encadenada. Y siempre, la chispa libertaria brota desde el corazón de los azotados.
Dante de camino por su revelador sueño y aun en la compañía de Virgilio –mientras transitaban por el infierno-, vio a muchos falsos predicadores, aquellos de retórica encendida y bolsillos llenos. 

20.11.13

También fue de noche cuando Afrodita decidió tras una larga y profunda reflexión, dejarse llevar por el carruaje hacia los confines del tiempo y el espacio.
Ella, que con la próxima luna regresaría altiva, victoriosa…


(Y a quien le importa si en el corazón de un hombre, todas las mitologías se con-funden).

16.11.13

La existencia urbana compleja, burocrática en video-clip y mp3, tiene un inverso devaluado por superficial y predeterminado.

Lo urbano es entre paredes por definición. En tanto nosotros en escasas horas, vamos en busca de pequeñas grietas, le hacemos pito catalán a los muros y rastreamos el viento. 

15.11.13

Hablemos de poesía que es viernes, hablemos desde el silencio que respiran las hojas muertas de un libro amarillento.
Es que nunca hay tiempo para delicadezas, nunca hay tiempo para el desparpajo de emociones.

Pero tal vez, solo tal vez podamos hacer una grieta en el cuero y cavar hacia las profundas aguas celestes.  

14.11.13

Monadología.
Todo lo que incluye el titánico esfuerzo por comprender mi tiempo.
Anoche veía una serie basada en los días del Imperio Romano, ¿qué nos separa de la matanza por diversión en las arenas de un circo?

Aceptar la culpabilidad de nuestro tiempo que es criminal es un desafío, dice Albert Camus en “El hombre rebelde”. ¿Es la propia condición humana, asesina y libertaria, esclava y renacentista? – todo al mismo momento, y el devenir de las fuerzas de todo el universo, se dan en la interioridad de cada hombre singular. 

12.11.13

Uno de los asesores del Jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jaime Duran Barba, sostuvo dichos sencillamente inaceptables ni desde un punto de vista moral, ni siquiera desde su carácter argumental.
El derrotero de estrategias filosóficas, históricas y políticas sería innecesariamente largo para desarticular las afirmaciones de uno de los asesores más cercano al  Jefe de Estado porteño, posición que agrava sus dichos.
Hay heridas universales que nunca dejarán de sangrar y por consiguiente nadie, ningún hombre de bien puede considerar en salar.
Me acordé de la poesía de Primo Levi, “Si esto es un hombre” (1947), dice el sobreviviente: “… considerad si es una mujer quien no tiene cabellos ni nombre, ni fuerzas para recordarlo, vacía la mirada y frío el regazo (…) pensad que esto ha sucedido…”.

Los dichos de Duran Barba no son un comentario al pie de las páginas y noticieros, merecen ser destacados. Son de esas “cosas de la política” que no pueden dejarse pasar.

6.11.13

¿Y de que serviría cada palabra si no es compartida?, 
quedarían estúpidas vagando en un silencio de muerte.

5.11.13

Declaración de principios.

Es cierto que tuve una infancia y una adolescencia feliz, crecí en un íntimo contacto con la naturaleza.
No soy un cazador, que sea el propio universo quien me lo demande o me libre de serlo. Apenas si pesco… soy sencillamente un trotamundos, un acampante.
Y un lector también.
Esto es un verdadero privilegio para haber crecido sobre finales del siglo XX – centuria signada por la barbarie mecanizada y el #estar en ningún lado”.  
Corría 1992 – yo con apenas 10 u 11 años y días antes de mis primeras dos noches en carpa o incluso las que vendrían a la intemperie, compré un libro titulado “Manual del aventurero” de un alemán un poco desquiciado, un tal Rüdiger Nehberg. Hoy lo ví todo ajado en la biblioteca de mi casa. Cuantos kilómetros.
Claro, la naturaleza es una experiecnia vital, un abanico de corrientes y fuerzas, una constelacion de sonidos y colores. Profundidad y simpleza.
Mientras uno la encarna se aleja de lo urbano, luego regresa para desafiarlo y pornerlo de sobreaviso, de que allá afuera todavía la luna clama por cantares.
Finalmente las travesias y los libros tienen demasiado que ver. Este pequeño párrafo podría haberse llamado también “textos de una mochila”.
Así fuimos creciendo y hoy aún me interpreto en medio de aquella naturaleza cada vez mas lejana del asfalto, un camino equivocado y un hallazgo: el de uno mismo.
Allí me comprendo mejor que en cualquier otro lugar, lo que al principio fue una curiosidad, luego un estilo de vida y un modo de ser – quiero decir: un modo de estar presente en el mundo, hoy es por fin: una delcaración de principios impostergables.

Libre de dogmas y doctrinas, solo hay caminos. 
Al inicio de “El faro del fin del mundo” (J. Verne), los tripulantes de la nave conversan expectantes sobre el destino de su ruta.
Es lógico, incluso los exploradores mas despabilados sienten en lo profundo, un cosquilleo cada noche anterior.

Uno responde: “- Si, yo creo que el buen tiempo va a durar”. Lo que con un poco de imaginación podemos deducir que lo dice, mirando al horizonte y fumando una pipa tallada. 

3.11.13

Si hay una metafísica, ella se resuelve en el místico encuentro de textos que en apariencia son antagónicos. 
Estoy leyendo “Los fundamentos del mundo moderno” (1980), dentro de los apartados que refieren exhaustivamente a la conquista de América y la acumulación de riquezas por parte del europeo, también se lee el aspecto corrosivo y desintegrador que implicó tal toma de posesión de las tierras, para los pobladores originarios de nuestro continente.
Aparece el recorte de una plegaria Quechua del período: 
¿Qué es, en fin esta vida? Los caminos se han perdido, todos los que ofrecían refugio han muerto. Todo, todo ha terminado”.

El paso del tiempo y de la mano del otro hombre pueden haber modificado el texto, de eso no cabe dudas, pero aún así el significado es patente, visceral y eterno.