27.10.14

Paraná es una ciudad ensombrecida que camina por detrás de las vanguardias, pidiendo disculpas y permiso. Desde hace unos días somos protagonistas pasivos de una de esas noticias macabras que solo se ven en canales de Buenos Aires y aún así, no somos protagonistas de nada, porque la sociedad a la que pertenezco es pacata y viste de gris aún en primavera. Cultiva la ciencia y las artes, pero las encomienda a potestades mágicas, anhela la democracia pero la deposita en manos de caudillos.
Paraná, queda lejos de la modernidad y sobre las ruinas de lo que no se denuncia tiende a diluirse cualquier posibilidad de anuncio.
Priscila es además victima de los prejuicios que circulan en estas calles de empedrado. ¿Será ella una mártir que nos obligue a dar un salto? ¿Hasta cuando no hablaremos de ciertas cosas? Y ¿cuándo comenzaremos a promover activamente noviazgos adolescentes libres de violencia?, para eso es necesario romper con añejas tradiciones que no alumbran nada y que con miradas severas ensombrecen todo. Porque nuestros cuerpos han nacido y crecido en un conflicto social entorno a ellos, son cuerpos viciados de censura y pixelados – son cuerpos domesticados -, pero no se trata de esquivar el conflicto o suponer que lo que les sucede es “cosa de otros”, de lo que se trata es de atravesar el conflicto. Algunos me preguntan por que busco defender nuevas masculinidades, es que debemos forjar nuevos roles tramando nuevas prácticas y ejercitando nuevos discursos.

21.10.14

Todas las estrellas fugaces pierden romanticismo bajo el inquisidor ojo de las lentes. Estaba leyendo el poema de Edgar Allan Poe titulado: “A la ciencia”, refunfuña mi sombrío amigo por la desacralización del mundo a manos de los engranajes, las maquinarias y los sistemas de leyes. 

18.10.14

Como hace siglos parece, desde la profunda infancia hasta hoy, ellos cargaron sus mochilas con sueños y charlas para andar caminos y prender fogatas.  

17.10.14

Arsat-1 (sigo buscando la trampa).
Cualquier tipo desorientado por las exigencias cotidianas, podría cometer el exceso de pensar que escribir no cuesta tanto trabajo y que además es una exquisitez poco dañina, ingenua y propia de los soñadores distraídos.
Pero todo eso es falso.

A veces escribir unas cuantas líneas más o menos concordantes deviene en una tarea épica y nunca (pero nunca) es inocente lo que ahí queda plasmado. Al menos, quienes pensamos en los textos como tormentas defendemos la piromanía del autor, la irreverencia de una tarde que comienza a parecerse a una fonda y las consonancias caprichosas, que se burlan de las blancas palomas, que reposan a la sombra de un verde limón.  

14.10.14

Crónicas de trekking, toma 1.
Sabado 11 de octubre. 15.00 hs. Habían pasado quince minutos después de iniciar una caminata de varios kilómetros y decidimos cruzar el arroyo en vez de bordearlo.

Nos pusimos en marcha y de repente vimos dos cosas: la primera fue que íbamos a tener que saltar con las mochilas de piedra en piedra hasta el otro lado. La segunda fue que me iba a caer al agua… 

7.10.14

Una vez mas y a instancias de las “I Jornadas de pensamiento latinoamericano”, que van a desarrollarse en nuestra Universidad en unos días, digo: me propuse a escribir un texto (otro mas y ya van varios curiosamente) sobre la fuerza que irradia el pensamiento del profesor Paulo Freire, uno de los pensadores que ha guiado todo mi (aún escasísimo) recorrido por la filosofía (quizá no la recorramos, quizá ella nos atraviesa).
Freire, un hombre prolífero en palabras y acciones, quien desde un lánguido exilio de más de quince años, jamás perdió el optimismo necesario para devolverle la voz a masas de excluidos, tan excluidos que por el analfabetismo estaban privados de decir el mundo, de aprehenderlo. Su legado imperecedero no es como teórico sino como alfabetizador, un paso más allá hacia la subversión de valores, prácticas y discursos que invisibilizan a millares. Un legado que siembra la justa rabia contra lo peor de la especulación financiera, la corrupción política y la devastación de espacios naturales.

¿Qué me lleva a leer a un hombre sencillo que usa el lenguaje coloquialmente en medio de una academia cada mas enredada por tecnicismos y por la meritocracia? Lo leo con vehemencia porque nos recuerda imperativos impostergables, deja trazadas las líneas por las que se pueden construir caminos fecundos que descubran al otro, ese que siendo diverso me constituye.  
Comparto el último párrafo de mi texto a presentar en las °I Jornadas de pensamiento latinoamericano" la semana que viene aquí en la Universidad Autónoma de Entre Ríos, dice: "Esperanza y libertad concebidas no como un poder mágico que instaure un orden de cosas ideal y perfecto, sino comprendiéndola en su verdadero significado, como la admisión de una realidad concreta y determinada para subvertir a través de la acción de los hombres la realidad histórica, asumiéndola críticamente . Leer el mundo implica sembrar la curiosidad, compartir el mundo leído implica a otros y así la democracia va a aprenderse a través del dialogo". --- Desde el pensamiento de Paulo Freire, una pedagogía de la esperanza. 
“El sueño de un mundo mejor, nace de las entrañas de su contrario”.

P. Freire. Pedagogía de la indignación. (2000, post mortem).

Otra mañana que me encuentra en la dificil tarea de enunciar con voz propia. 

4.10.14

En cierta ocasión Prometeo, Zeus y los hombres jugaban una especie de ajedrez.
Prometeo que siempre abogó por los humanos “ofreció” un animal a Zeus -un toro soberbio en su honor-. Luego de matarlo y despellejarlo, envolvió hábilmente por un lado solo los huesos con la piel reluciente del toro y por otro, entre vísceras, camufló todas las carnes comestibles.
El astuto protector de los hombres engañó a Zeus quien eligió el envoltorio más apetecible a la vista (que no eran más que huesos pelados, blancos y ya limpios de toda carroña). A los otros, los humanos, les quedará una bolsa que cubre todas las carnes del animal, que consumirán asadas.
Pero como todo relato místico tiene su ambigüedad y, gracias a tal distribución de alimentos y dones, los humanos quedaron marcados con el sello de la mortalidad.


Bueno, considerando que es sábado y que se me despertó un apetito olímpico al releer parte de los mitos que dieron forma a la cultura griega voy a prender un fuego, a destapar un aperitivo y asar algunas carnes, en honor a la inmortalidad perdida en todos las alegorías fundacionales.

3.10.14

Desde las hilachas de mi última participación en III Congreso de Género y Sociedad, los amigos de AIM Digital me invitan a pensar en voz alta una vez mas. Demasiado generosos ellos, como siempre. Aquí comparto el artículo en cuestión. 
Bagheera en “El libro de las tierras vírgenes” tiene como muletilla una expresión muy significativa, decía: “por el candado que me dio la libertad” (ella escapó de una jaula). 
Es temprano a la mañana, está nublado afuera pero yo me pretendo soleado y sin querer escucho “El oso” de Moris… alguien no cerró el candado dice y no hay resignación, la consigna es abandonar el circo para siempre y regresar al bosque para recuperar la libertad.