Al respecto de la frase atribuida a Sócrates acerca de que “solo se que no se nada”, el tema es mas o menos así.
Cierto día Querofonte consultó al oráculo de Delfos y este respondió que el hombre más sabio de todos, era nuestro pensador en cuestión (Sócrates), pero Sócrates no lo creyó (naturalmente) por pensar que nadie puede ser el mas sabio de todos y poseer conocimientos en valores absolutos; pero, no es lo que el común de la gente piensa… menos aún, los expertos en algo – artesanos, magistrados, militares, políticos a quienes (como un tábano) cuestionó y criticó abiertamente por creerse superiores a los demás, desconociendo su propia ignorancia.
Su método fue el que se conoce como mayéutica.
En resumidas cuentas, efectivamente era el mas sabio de los hombres de su tiempo y quizá de la humanidad toda, lugar que se gana al ponerse en un estadio de continuo conocimiento y reconocimiento de su natural ignorancia.
El legado mas acabado de su filosofía nos llega a través de Platón en los diálogos, donde deja ver que su pensamiento era fundamentalmente ético y político. Buscando reformar la ciudad, desde la reforma del individuo particular (hermoso y titánico ejemplo para imitar)
La sabiduría verdadera reside en reconocer la propia ignorancia.
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Esta muy bien lo que comentas e interpretas, es justamente de sabio no creer que uno saber sobre todo, es mas es de ignorante ese pensamiento, todos debemos ser sabios al tratar de aprender sobre áreas o sectores que no somos especialistas.
ResponderEliminarTambién debemos ser sabios en no atacar una idea por el motivo de no llegar a comprenderla, o porque este lejos de nuestros intereses personales. El saber es una actividad constante de aprender, en mi opinión.
Justamente esa premisa de Sócrates es la que ha guiado el pensamiento occidental, lo importante es no creer que uno es mas de lo que es. Eso significa que si estamos en constante apertura a aprender nuevas formas y a recorrer nuevos caminos, simplemente porque no podemos conocer todo.
ResponderEliminarEs el universo en una eterna expansión. Es además una forma de vida, de una gran entereza ética.
Me refiero al pensamiento académico occidental (durante muchos tiempo después de su muerte), obvio que no es la práctica de hoy o de los últimos dos o tres siglos. Es algo que excede esas categorías de la historia.
ResponderEliminarLo que pasa es que no se está hablando de la relación saber – poder, justamente lo contrario es de lo que Sócrates hablaba, en un estado Ateniense en ruinas y con una fragmentación enorme habiendo abandonado de todos (o muchos) de los preceptos que guiaron a la ciudad al esplendor político que dio origen a las empresas culturales mas antiguas e imperecederas de la historia.
ResponderEliminarPor esa actitud ante la ética y las relaciones civiles, y con sus principios llevados hasta la muerte es que su pensamiento influyó de tal manera en el de Platón y posteriormente se los reconoce como los verdaderos fundadores del pensamiento filosófico.
Al respecto de no atacar ideas solo porque no se las comprende coincido e intento sentar las bases de que funcione para todas las direcciones, es decir si es una premisa válida para todos los que hablan y no para unos pocos.
O sea, ¿te acordas la discusión en Villa Urquiza? – era mas o menos un planteo de necios sin diálogo, donde cada verdad era la propia sin intentar escuchar el argumento de los otros. Digo.