El post anterior es tan bipolar, que requiere de un comentario (de mi mismo). Pongámoslo así, uno crece y a medida que va mutando, busca esa pequeña diferencia que lo vuelva singular (obvio, estamos hablando de ese minúsculo grupo que busca la otredad – la mayoría solo respira). Entonces, el vago sigue siempre el mismo patrón de corazonadas (una y otra vez), el mismo chamuyo que le dio resultado (desde la primera mina), frecuenta siempre sus mismos lugares (originales), lee solo a ese autor que escribe únicamente de esa manera tan propia.
Inclusive a la inversa, el tipo es exactamente lo contrario a lo que su familia quería. En realidad se identifica con eso. Lo reproduce, pero de manera opuesta.
A mi no me pregunten que leer o que música escuchar. Cada uno es el producto (parcial y en permanente actualización) de su propia historia. Yo no recomiendo. Buscar en bibliotecas y librerías, es un pasatiempo interesante. Es una inquietante y re-descubridora actividad que motiva el espíritu y abre de manera continua, la posibilidad de preguntas-respuestas-preguntas.
A la fecha de hoy, mucho tiempo de escribir este comentario he cambiado de opinión: es necesario recomendar.-
El post anterior es tan bipolar, que requiere de un comentario (de mi mismo).
ResponderEliminarPongámoslo así, uno crece y a medida que va mutando, busca esa pequeña diferencia que lo vuelva singular (obvio, estamos hablando de ese minúsculo grupo que busca la otredad – la mayoría solo respira).
Entonces, el vago sigue siempre el mismo patrón de corazonadas (una y otra vez), el mismo chamuyo que le dio resultado (desde la primera mina), frecuenta siempre sus mismos lugares (originales), lee solo a ese autor que escribe únicamente de esa manera tan propia.
Inclusive a la inversa, el tipo es exactamente lo contrario a lo que su familia quería. En realidad se identifica con eso. Lo reproduce, pero de manera opuesta.