La técnica ha desarrollado la historia cultural y como en toda arista, se pueden ver al menos tres períodos determinados (esquemáticos - abarcativos).
En un primer momento podemos establecer las bases técnicas en el hombre primitivo – técnica que está con-fundida con el azar, en una difusa asociación entre ella y los fenómenos naturales.
Ya en la antigüedad y el medioevo la técnica era patrimonio de ciertas castas sociales, las técnicas de los artesanos.
Posteriormente en la modernidad y aún en nuestros días distinguimos a la técnica ligada a dos aspectos. Por un lado la ciencia y por el otro: la producción en serie.
Podemos definir a la tecnología como una manifestación de conocimientos científicos y técnicos que permiten producir un bien o servicio. Es además el elemento fundamental en el imperio de la conquista del mundo.
Ahora bien, se entiende por innovación como el proceso que va desde el conocimiento hasta la finalización de un producto o servicio (esto es: consumido por el mercado). Pero la innovación se da efectivamente cuando una vez llegado al mercado suple las necesidades de los consumidores.
Hay aquí algunas consideraciones que hacer al respecto de las necesidades ya que en un alto grado no son tales, sino que se generan desde el mercado.
La necesidad (en tanto concepto macroeconómico fundamental) hoy es considerada como capricho. Hoy el esquema es al revés. Son impuestas, definidas de antemano a la salida del producto al mercado.
Pero retomemos a la cuestión de la economía basada en conocimientos, se entrelazan los campos (el económico, el político, el educativo, el legislativo) porque antes debe existir un estado normativo (legal positivo) que permite esas condiciones, luego deberá ir mutando en función de las necesidades que el mercado le vaya imprimiendo – es un juego de constante redefinición. Ocupando así casi toda la agenda política del gobierno.
La razón, como motor de la técnica y tecnología es factor determinante en todos los campos sociales, en un universo global y económicamente considerado.
Este discurso que es funcional al modo de producción capitalista, es la clave para co-gestionar el avance de la ciencia y la tecnología – requerida por el proceso de concentración industrial y de servicios especializados.
Es un discurso totalitario (único, hegemónico), que desestima todo otro tipo de pensamiento y en este marco se desarrolla el sistema educativo vigente. La didáctica asegura la reproducción.
Hoy el saber está emparentado con las mercancías (es mercancía) y es poder.
Tiene claramente dos funciones: por un lado la investigación y por el otro: la transmisión de conocimientos – conocimientos que sean funcionales a las necesidades del mercado – es un saber producido para innovar – o sea, para ser vendido.
Es bien de uso.
Es variación patrimonial modificativa – del activo.
Por lo tanto (en este contexto) no es algo subordinado, por el contrario es un poder concentrado y determinante.
No obstante no es algo de lo que debamos felicitarnos, sino que debe leerse en la misma tendencia de los post anteriores donde (modestamente) se intenta dar cuenta de una realidad preocupante, que pone en jaque el futuro cercano.
Vea además (si no se ha cansado)
http://lengua-libre.blogspot.com/2010/01/siguiendo-con-el-tema.html
http://lengua-libre.blogspot.com/2010/02/blog-post_14.html
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Derivaciones de “acerca de la tecnología”
ResponderEliminarEl saber debe enfrentar la cuestión de la legitimación (que es política) y así se emparenta con la ideología – que como tal da (ofrece, “impone”) su mirada de la realidad.
El sistema educativo está articulado con el sistema productivo y con el campo político – legislativo y ejecutivo.
Así la ciencia se convierte en factor productivo – ya lo hemos dicho.
En este otro contexto, el saber es funcional, por lo tanto es subordinado (es funcional a…) y ya no mas concreto y determinante.
Puntos de vista…