2.2.10

Al respecto de la falsa antinomia que se pretende entre práctica y teoría.

La necesaria aclaración.

Supongamos que estamos hablando de medidas políticas por ejemplo, tendientes a bajar los niveles delictivos de una ciudad cualquiera. Allí los hombres que se dicen prácticos buscadores de medidas concretas, sabemos bien de la baja estima que le tienen a los teóricos cuando se habla desde las trincheras.
Estos hombres, hablarán de medidas concretas para no perder el tiempo en lo que según ellos es palabrerío innecesario. Pero, sin lugar a dudas el debate (si se pretende serio y no emparchador) llevará irremediablemente a consideraciones de tipo teóricas, como por ejemplo ¿Qué es lo justo o injusto? ¿Cuál es el alcance de las leyes vigentes? O acerca de las verdaderas motivaciones e intereses del Estado en cuestión.

En las preguntas teóricas se buscan esclarecer cuales son los orígenes o situaciones previas al estado actual de cosas. Es decir que interpretan la realidad (desde atrás). Cuando el análisis solo es empírico, que solo ve las cosas en su estado actual limita las posibilidades directas de soluciones reales y duraderas.

Intento repetir que los hechos no hablan por si solos y que las decisiones prácticas requieren conocimientos teóricos subyacentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario