Sigo (acaso por capricho), sobre las huellas del gran concepto a todo este modelo (por ser construcción que intenta dar cuenta de la realidad) me refiero a la antinomia: trascendencia vs inmanencia. El eterno combate por el alma del hombre que busca más allá de si mismo, pistas que lo aproximen a la eternidad.
Otros tantos a lo largo de la historia ya han pensado más profundamente y leyéndolos caigo en la cuenta de que las explicaciones simples “cierran” mejor. Quiero decir: si todo esto es naturaleza y fuerza universal que se produce y reproduce cíclicamente – autoregenerándose – retornando al equilibrio inicial, ¿por qué recurrir a intrincadas conclusiones que cierran a martillazos?, cierran con tremendas no-explicaciones tales como “es una cuestión de fe”, intrincadas porque se multiplican innecesariamente los sistemas de creencias, se construyen sendas definiciones de realidades desconocidas, siendo tan fácil buscar respuestas allí, en el universo que las encierra codificadas en una criptografía sagrada, en suma perfección.
A la manera de Spinoza donde Dios y su creación son idénticos, entonces simplificando las supersticiones innecesarias que conducen a ficciones, podrá el hombre obtener mayor libertad de si mismo, en armonía con el todo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario