Tal vez en el origen de todo comienzo solo fuimos uno.
Ni machos – ni hembras, sino indistintos y al separarnos en la díada eterna buscamos el encuentro como condición de existencia.
Al multiplicarnos: multiplicamos los encuentros, entonces el ser es encuentro.
Es ser con el otro.
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Siempre me simpatizo Aristófanes =). Me encanta esa idea, la de ser con el otro. Mejor si el otro también es con uno =P. Besos Valen
ResponderEliminarEn un sentido de armonía eterna, es búsqueda que se encuentra. Necesariamente, pero no forzosamente. Es un estado de fundición universal.
ResponderEliminarY así si, se es (se sería) uno en el cosmos…
En fin, se es lo que se es (dice la canción)
Besos Mile y buen comienzo de año (y buen final de este también)