23.4.13


Toda “historia oficial” es de por si sospechosa. Es un “de eso no se habla” – “la cosa es así y punto”. “2 + 2”. Es arbitraria y por lo general, esconde los restos mutilados de las historias que fueron escondidas, las historias de la otredad.
Pueblos, textos, faunas, ecosistemas, costumbres, DIOSES, hermanos, niños… ¿cuantos fueron silenciados a expensas de una historia triunfante?

Originalmente el vocablo griego efeméride (diario) representó la disposición de los cuerpos celestes en el cielo a tiempo preciso. Luego, como toda indagación astronómica se utilizó como calendario para agricultores, navegantes y científicos.
En la era moderna las efemérides nos recuerdan el trazo historizante que nos une (ata) a un pasado común, las efemérides suelen, como toda construcción histórica, “trabajar” los hechos y protagonistas, construyendo mythos, héroes y epopeyas. Por eso, siempre es bueno leer los relatos grabados a fuego en los restos de los derrotados. 

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