19.4.13


El 18-A es la ingenuidad de algunos y la perversidad de otros.
Todo argumento que carezca de consistencia lógica se desmorona a poco andar. ¿Cómo es posible que una marcha agrupe a tantas banderías distintas e irreconciliables entre si?
Cuando de chicos estábamos en la escuela primaria nos pedían que resolvamos un problema, nos pedían que respondamos no solo la situación matemática, sino que la respuesta debìa ser cerrada. Pongamos un ejemplo: Pedro tiene 40 naranjas, 15 gallinas, 8 alfajores y 1 piedra ¿Cuántas X tiene Pedro?
En este caso (la marcha multi-consignas de anoche), no podremos responder en forma explayada, pues el resultado será una sumatoria de objetos (consignas) que no componen una homogeneidad, habrá un amontonamiento en el mejor de los casos, un amontonamiento al son de la cacerola.
Los efectos multiplicadores de algunos medios de comunicación mas la estructura discursiva de las oposiciones - fragmentadas, desperdigadas - hace que ingenuos y bienintencionados se acoplen a dirigentes, punteros snobs y defensores de las épocas de facto, tal es el caso de Cecilia Pando, entregando la buena intención a la puja de poder que se da al interior de otros (macro)espacios. Los individuos pierden su identidad personal en el espacio indiferenciado de la masa.
El resultado de esta ensalada, no es claro y solo es una apariencia de intención, pues aunque todos tengan sus razones y sea lícito el reclamo en la calle, no los aúna el mismo proyecto, incluso no hay proyectos alternativos al que están confrontando.
¿Dónde concilian Pino Solanas y Cecilia Pando? - ¿Los gendarmes y franja morada? ¿la señora de la esquina y Macri? – Tal vez concilien en el caos, pero en el caos no se puede construir poder, ni mucho menos una propuesta de gobierno, es un edificio levantado sobre la arena, sobre el sin-cimientos.
Siempre repito, no soy un K-dogmático pero tampoco tan improvisado. 

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