En los cuentos de la selva, el niño es criado por una familia de lobos, según aquella naturaleza que le dio un nombre y un estatus… cuando se hizo hombre regreso por la necesidad misma de ser y hacerse humano a la aldea de lo vio nacer, para comenzar desde cero y re-aprenderse junto a los suyos, según su naturaleza... ¿podemos escapar de nosotros mismos, por más lejos que nos deposite el olvido?

Desconocer la historia de un país (aunque sea del propio) no es en si mismo un hecho grave. Todos somos ignorantes de cosas dice la lengua popular, yo por ejemplo ignoro cualquier parecido con las biologías, químicas o mecánica del automotor. Usted acerca de costumbres extranjeras y el señor de más allá: acerca del antiguo oficio de la carpintería. Así es infinita la cadena de ignorancias.

El problema emerge cuando se puede o pretende influir en las decisiones políticas, aunque sea desde nuestro pequeño e insignificante lugar en el mundo, o en las redes sociales o en charlas de sobremesa irreflexivas, ¡pero tóxicas!

Pensar distinto es necesario en tiempos de democracia, tiempo y espacio que tienen su fundamento en la concertación y la búsqueda de legitimidades individuales y colectivas.

Hace varios días que vengo leyendo una de esas placas que circulan por Facebook (esas que todos vemos) pidiendo al aire, en abstracto, que se restituya la obligatoriedad del servicio militar: para educar a los jóvenes, sacarlos de la droga y la violencia y más: para recibir la instrucción militar necesaria para defender a la patria. ¿De que o de quién hay que defender a la patria? La primera pregunta que se me ocurre es ¿qué se entiende por patria? – luego: en nuestro contexto regional, en razón de nuestra historia o en honor a la verdad, el pedido hace ineludible referencia a: Gran Bretaña o “enemigos internos” (¿?) que es peor infinitamente – no disimulemos.

¿Quiénes están detrás de esos mensajes anónimos que algunos “comparten” y “reparten”? - ¿Qué se entiende por educación? – y al final ¿hacia donde se pretende orientar la educación? - ¿Acaso niños y jóvenes mansos? se me ocurren disciplinados, silenciados, porque la imposición marcial solo forja subjetividades domesticadas y nunca héroes. Yo era un niño todavía y un tal “Carrasco” en algún rincón del país, fue la última víctima obligada de las fuerza armadas.

Humildemente. 

A partir de hoy todo es ganancia. Esa frase, no creo que refleje la realidad pero suena con los mismos acordes, y cuando haya llegado hasta los confines de mi destino, seguiré desafiándolos. Pensaba impaciente, sobre las ruinas de otros días menos afortunados, volverán si, pero ahora es distinto.

En la galaxia perdida, arman sus mochilas los viajeros, provisiones y unas pocas pistas... partirán sin más.    

Habían viajado toda la noche y tras atravesar una larga ruta desierta se topan, como todo suceso fue una ruptura con la monótona imagen: a la derecha con los jardines colgantes de (la maldita) Babilonia, a la izquierda con los muros de la gran biblioteca de Alejandría - quemada en nombre de una guerra santa mas -.

Todo, todo, todo… era una ilusión onírica, borracha, conjugada en deseos. 

En 1938 una noticia de carácter urgente recorrió las venas de la población de Estados Unidos, el pánico se había apoderado de la masa. Una invasión extraterrestre se estaba produciendo esa mañana, la radio lo estaba diciendo.

Claro, los locutores habían hecho una adaptación en forma de noticiero de la novela: “La guerra de los mundos” de 1898, luego debieron pedir disculpas públicas por el caos sembrado. 

Sin embargo aún no he leído nada de la obra de William Shakespeare, tal vez unas escenas salteadas del “Mercader de Venecia” en una edición de bolsillo de dudosa editorial, quizá a la vuelta de un viaje con más calor que intenciones.

(El comentario claro, viene a colación de… este domingo entre amores y contracturas, vimos Anonymous, una libre interpretación de la biografía del ingles) 

Nada.

No es necesario tener una opinión formada acerca de todo.

Nada, hay cosas que no me importan; aunque la moralina piense que es desafortunado.

Nada, espero el otoño y me gusta la naturaleza agonizando, como esperando resurgir en primavera.

Nada, solo un beso.

Nada. Buscando el santo grial en un cajón sucio y lleno de porquerías.

Nada, disculpe mi arrogancia.

Nada + ¡!

Había comenzado un cuento ya en varias oportunidades – tenía el título desde hacía años -, todos los intentos en su cabeza sin plasmar una sola idea en el papel. 

¿Cómo articular la historia de un concertista de piano adolescente, retraído y despeinado con la de un viejo cazador entregado al consumo de drogas? 

Todas eran excusas. Se acerca el otoño, quizá en el campo, de donde nunca debió salir, lo acerque a las musas.

Sepa disculpar las molestias, estamos trabajando para brindar un mejor servicio.

Dice Galeano en “Espejos”, (que estoy leyendo de a poco, diariamente), los días conservaron la lógica de los astros: Luna, Marte, Mercurio, Júpiter…, lunes, martes, miércoles, jueves... recuerdo de otros lados que, Julio Cesar y Augusto se arrogan meses del año también.

< “Me encuentro bien entre los marginados porque soy un marginado” >, así continúan los escritos de un viejo indecente (Charles Bukowski), no lo se de memoria – lo tengo aquí en la PC del trabajo. De entre los poemas me gustan varios, por su puesto tampoco lo se de memoria cada tanto regreso y los leo y por un tiempo luego los olvido:

La tigresa.

terribles discusiones,

y, por último acostados pacíficamente

en su larga cama

estampada

en rojo con frescos diseños en flores,

mi cabeza y vientre abajo

cabeza a los lados

bañados por poca luz

mientras ellas se baña silenciosa en la

otra habitación

todo va mas allá de mi,

como la mayoría de las cosas,

escucho la música clásica en el radiecito,

ella se baña, oigo el ruido del agua.

(Charles Bukowski).-

¿Qué saben ustedes de revolución? - ¡  niñas mimadas por un cerdo capitalista !

Una vez hace bastante tiempo y casi al pasar alguien me dijo que las primeras líneas de un texto deben ser contundentes y cautivar la atención del lector, atraparlo.

Escribir requiere pericia y responsabilidad si, pero también y fundamentalmente astucia; es la puesta en escena de un ilusionista, es un acto de fe; es la concreción de la palabra libertad, es una tarea épica y es el sueño de un niño.

Andres Borgeto (docente universitario) compartió este cuadernillo sobre e mes de la memoria que es una alarma, que nos obliga a no olvidar y pronunciarnos.

Siempre pienso a causa de la violencia física y ese tono de no se que, en la barbarie de las fuerzas militares y “de seguridad”, cobardes impunes con un arma en la cintura, patoteros pedantes, adoctrinados en un sistema de saludos y simbolismos destinados a forjar una subjetividad orientada a combatir la diversidad, a aniquilarla, por tanto aniquilar el pensamiento. Sin embargo, leer los decretos que prohíben libros, reflexiones y lecturas, autores y docentes a lo largo de todo el país, es mucho más fuerte, es un insulto a la conciencia de todos los hombres, es una mordaza.

Ayer en los portales de noticias y medios de comunicación el genocida Jorge Rafael Videla, llamaba a sus camaradas a combatir la democracia y a intentar un nuevo golpe de Estado, miserable hijo de puta.   

“La democracia plantea el desafío de otras prácticas pedagógicas, abrir las puertas de las escuelas, del aula, al dialogo, habilitar ejercicios de prácticas participativas y promover análisis críticos sobre los acontecimientos recientes”.

Evitemos la sentencia nefasta de que el silencio es salud. Dos finalidades puede tener la educación: una es domesticar, mientras que la otra es emancipar. ¡ Las voces son saludables, la palabra viva educa ! 

A veces cuando sale el sol deja plena la tarde uno piensa: que coincidencia los milagros se tornan cotidianos…

Después de la sequía llega el diluvio, paradójicamente cada día, cada instante comprendo menos.

Parmenides de Elea, en el siglo VI a.C., en su famoso poema dice que unas yeguas lo conducen hasta donde llega su animo (hasta los confines de si mismo), allí lo dejan en presencia de la diosa (Justicia) quien le ha revelado que es necesario conocer acerca de todo. Hay tres caminos posibles en la vida de un hombre.

Uno es impracticable, incognoscible, apenas puede pronunciarse y es el de la nada absoluta. Mientras tanto la mayoría caminan ciegos y sordos, sin discernimiento ni capacidad de juzgar por un camino de apariencias y sombras, es decir sin jamás detenerse en las preguntas verdaderas, ese camino debe ser desechado, sin embrago la divinidad le marca un tercer camino plagado de pruebas pero homogéneo, continuo, completo. Un camino que necesariamente se recorre con convicción...  

(Esta mención es solo a grandes rasgos de un oscuro poema épico y místico, sometido incansablemente a estudios a lo largo de la historia, pero… a quien le importa de todos modos).

Imposibles. 

En realidad quiero agradecerle a la Prof. Valeria Canoni, por brindarme un espacio en su curso (y por la confianza),  y dejarme compartir la tarde con los ingresantes de la carrera de filosofía (UADER), como lo fui yo en el 2008.

El tema desarrollado, la “Reforma Universitaria de 1918” fue la excusa para un interesante intercambio acerca del sistema educativo y de los intrincados caminos del poder.

Hablamos de la necesidad de la lectura voraz y de la ineludible tarea del filósofo con la escritura.

Todas las reflexiones fueron provisorias.  

Había olvidado ya que nombre le pondría a la estrella mas luminosa de la madrugada, entonces como para compensar le puso el suyo propio.

Luego ya sin nombre comprendió que estaba igual que los presos, cuando les ponen un número y los despojan de su identidad.

Comprendió que el nombre en el más estricto sentido metafísico: limita una realidad respecto de todo aquello que no es, el nombre entonces distingue una cosa de la otra y sin él, solo queda materia informe.

¿Cómo recuperar la libertad que ofrece la identidad plena?, pensó mientras tomaba un café sin azúcar. Tuvo noches de insomnio por demás esclarecedoras.

“Somos polvo y nada. Todo cuanto hacemos no es más que viento”.

Dice una antiquísima tablilla de barro en el oriente próximo, mientas tanto yo aquí, no pienso en el tono bíblico o profético de la expresión, sino que detengo el segundo en que lo pienso para contemplar con la imaginación: lo eterno del universo inconmensurable y la fracción infinitamente pequeña (hasta el absurdo) de un solo segundo.  

Recuerdo la primera clase que fui a observar como parte de un seminario de formación docente, en 2011.

En un rincón sin hablar una sola palabra ni por lo bajo, ni con sus compañeros, ni una mueca -  había un chico silencioso, lo más inquietante es que la profesora tampoco reparó en él por 120 minutos, mucho menos lo saco de la oscuridad. 

¿Qué historia lo ensombrecía? 

Las sociedades se mueven entre la resignificación y el olvido, son dinámicas y por ende el paso del tiempo erosiona los hechos y les da un nuevo sentido o simplemente dejan de existir en el imaginario colectivo.

Por eso el día internacional de la mujer devino en un día de saludos y mensajes compartidos, sin embargo es necesario no olvidar el sentido originario de su institución.

La ONU en su lema 2013 - para este día, tiene la leyenda.

“Una promesa es una promesa: es hora de actuar para acabar con la violencia contra la mujer”.

En todo el mundo.

- Hasta el 50% de las agresiones sexuales se cometen contra niñas menores de 16 años.

- Globalmente, 603 millones de mujeres viven en países donde la violencia doméstica no se considera un delito.

- Hasta el 70% de las mujeres de todo el mundo aseguran haber sufrido una experiencia física o sexual violenta en algún momento de su vida.

- Más de 60 millones de niñas son novias y se casan antes de los 18 años.

(Datos extraídos de www.un.org) 

En los párrafos iniciales de Espejos, < Eduardo Galeano > hace una versión libre de la alegoría del Génesis y de los mythos fundacionales, pienso en que es una opción bella y “ecuménica”. Comparto un párrafo.

Sobre la diferenciación y el encuentro dice: “La vida, sin nombre, sin memoria, estaba sola. Tenía manos y no tenía a quien tocar. Tenía boca pero no tenía con quien hablar. La vida era una, y siendo una era ninguna.

Entonces el deseo disparó su arco. Y la flecha del deseo partió la vida al medio, y la vida fue dos.

Los dos se encontraron y se rieron. Les daba risa verse, y tocarse también”.

Libros.

Ninguno en la mesa de luz, dos en el baño, 20 o mas en un escritorio que no uso para estudiar, algunos en una silla y uno o dos en la mochila o morral de turno.

Marcadas las páginas con anotaciones al margen, tickets de supermercados porque detesto los señaladores con arco iris y frases sacadas de contexto y firmadas por “Sócrates” (quien no dejó legado escrito a ver si se entiende), o mejor unos libros marcados con otros: como encastrados.

Soy un lector desordenado, por suerte. Caótico, ecléctico. El silencio sacrosanto de las bibliotecas me hace ruido, me rompe las bolas para ser preciso. Leo al compás de imágenes, saltos, videos, referencias.

Es mentira: al significado real de las palabras no los conoce nadie, es un mytho creer tremenda arrogancia y de un tiempo a esta parte, me puse quisquilloso y regreso al diccionario más de la cuenta, me entusiasme con eso  del trazo fino.

No se cuantos libros tengo, ¿300, 500? Alguna vez quise contarlos y ordenarlos, lo mismo dije con la ropa de invierno y ya pasó el verano. A los poquísimos que me regalaron los atesoro, todos los demás vinieron con el viento y con un presupuestito mensual dedicado a tal fin, durante años.

Volvió Riquelme, perdió boquita, ¿de que se discute cuando se discute de política? – ¿quien leyó la ley de medios? - ¿quién sabe de política internacional? – defina crecimiento sostenido del PBI a un ritmo del 4 %.

Maradona y la falopa. Me voy a la mierda.

Mientras unos sostienen que el rol de los intelectuales es transmitir y por ende conservar la cultura y la tradición, otros sostienen que su función se fundamenta en el opuesto, es decir en transformar la cultura, enfrentarse al poder. Interpelar su tiempo, la noción de hombre y sociedad. Es en este sentido que un intelectual se mete donde molesta y así se aleja radicalmente del sabio. 

Dice Sartre en su conferencia primera de < Defensa de los intelectuales > (Pag. 267) que: “Y, si se quiere un ejemplo de esta concepción común del intelectual, diré que no se llamará intelectuales a los sabios que trabajan sobre la fisión del átomo para perfeccionar la maquinaria de la guerra atómica: esos son sabios y nada más. Pero si esos mismos sabios, aterrados por el poder destructor de las maquinarias que ellos permiten fabricar, se reúnen y firman un manifiesto para poner en guardia a la opinión contra el uso de la bomba atómica, se transforman en intelectuales”. 

Entonces podemos decir que el intelectual sale de su competencia disciplinar y violenta la opinión pública, se involucra con las escalas de valores de su tiempo y denuncia.