Del
manuscrito hallado en una botella: “…También
observamos que, aunque la tempestad continuaba rugiendo con interminable violencia,
ya no conservaba su apariencia habitual de olas ni de espuma con las que antes nos
envolvía. A nuestro alrededor todo era espanto, profunda oscuridad y un negro y
sofocante desierto de ébano. Un terror supersticioso fue creciendo…”
En referencia a otras
traducciones, < ésta > no es especialmente distinta, se puede leer con fluidez. Una
especie de caricia recordar buenos cuentos que me formaron hace ya bastante
tiempo.
Algo que siempre me llamó la
atención del autor – E. A. Poe - es la interminable cuantificación de detalles,
minuciosos, rigurosos… como en un careo, como un interrogatorio policial. De esta
manera el lector puede oler, tocar, sentir en carne propia la experiencia de
los protagonistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario