En la mirada de Zemelman.
La realidad en movimiento constituye una afirmación de la necesidad de apropiarse de sus dinamismos y además representa una de las mayores dificultades para organizar el pensamiento epistémico.
Es necesario incorporar otras categorías (a las clásicas) como la de potencialidad que conlleva a entender las circunstancias como abiertas, inacabadas. Es decir a con la posibilidad de completar las determinaciones actuales. “Es un desafío abierto a lo vigente”, es la expresión en permanente transformación. Eliminando así la posibilidad de marcar límites inamovibles.
Esto posiciona de una nueva (y desafiante) manera al observador con la realidad que lo rodea. Potencialidad, es la relación con los elementos por devenir. Es una relación semiótica.
“…lo que planteamos significa que la realidad tenga que ser comprendida como una articulación entre lo dado y lo potencial…”
Es devenir en construcción – es presente (continuo). Esta construcción no puede ser constatada, porque es concomitante. Es elección de posibilidades.
Esta visión de la realidad modifica de manera sustancial la concepción de futuro.
Aquí la realidad (en permanente construcción venimos diciendo) se articula con la dimensión política, que traduce las exigencias de la realidad en acciones.
La realidad es una secuencia de coyunturas, en las que al conformar las situaciones actuales, se entrelazan en los proyectos de construcción.
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Acerca del problema de la conciencia histórica.
ResponderEliminarLa coyuntura representa una mediación entre el conocimiento acumulado (en estructuras teóricas) y alternativas de praxis adecuada al quehacer de una opción posible.
Es necesario adquirir una capacidad de (re)construir lo objetivo (planificación tendiente a la implementación de aquellas políticas públicas) desde la coyuntura. “En vez de reducir lo posible a lo dado, abre lo dado a lo posible”. Es conjugar ambos aspectos en tensión, es decir los nexos entre lo conceptual y lo empírico.
De esta manera el hombre se apropia de la historia en presente continuo y permanente, con la fuerza vectorial de esa (su propia) historia en una dirección determinada.
Pensando con el autor y sin forzar nada, suponemos que esta visión de la realidad implica una enorme pericia para “volantear” el proyecto (que imprime la dirección del vector) según resulten las situaciones cotidianas, es necesaria una verdadera relación de armonía entre estrategia y táctica. Donde lo importante es tener la “cintura” en términos de política para adaptar la teoría a lo viable potencialmente.
Entonces es necesario tener una visión de conjunto, sabiendo que lugar ocupa cada sector en el entramado social, a fin de determinar parámetros (no cerrados) de posibilidades. Esta manera de ver al realidad implica construir espacios multidisciplinares, es una visión relacional (es decir, en niveles articulados). Es actuar en la historia, desde adentro, habiéndose apropiado de ella. Así el sujeto social, adquiere conciencia histórica.