A la manera de Descartes es necesario un “perderse” en la mundanidad, durante un cierto (no prudente) tiempo, suspender el juicio, alejarse y confundirse entre las gentes.
Camuflarse.
Luego, finalizado este exilio dentro del todo, recluirnos a una reflexiva estación de soledad. Y comenzar un nuevo tiempo de fecunda actividad, volviendo a las gentes, ahora claro y distinto.
Es decir, en acción superadora.
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(No produente) perderse, volver, perderse, volver...
ResponderEliminarBesos y amor
je
¿Será cierto? Todo cambia, nada es?
ResponderEliminarMas besos
Che, suena a Agustín: Distentio, intentio y luego qué viene.... la extensio? jajaja. Un abrazo!
ResponderEliminarSi camarada, suena a Agustín, en la medida que se abandona la multiplicidad (que dispersa), para afrontar una búsqueda interior que nos reúne y a partir de allí elevarse.
ResponderEliminarPero no te olvides que Descartes funda (cimienta) el método en dos cuestiones puntuales (a lo menos), por un lado olvida todos los pre-juicios aprendidos y por otro comienza un largo exilio de mundanidad, seguido de un largo exilio reflexivo.
Para regresar con su método, siempre aclarando que es su método.
Saludos.
En qué texto de Descartes esta eso. No lo ví ni en el discurso ni en las Reglas para la Dirección del Espíritu. Será en las meditaciones?
ResponderEliminarChe, Descartes utiliza el mismo argumento contra los escépticos que el que Agustín usa "Contra los Académicos". Con la diferencia que la "interioridad" de Agustín no "funda" nada (mucho menos el conocimiento). Esa especie de cogito del Hiponeño (¿o era Hiponés?) se funda al fin y al cabo en la gracia divina (gratuita e inmediata, para colmo), que es una de las cosas que parece que a Descartes no le gustaba demasiado.
ResponderEliminarY lo que cuenta el amigo Valentín sobre Descartes, es parte del "relato" que se infiere o se construye de la biografía, , y de la lectura del "Discurso", (que TAMPOCO es una autobiografía, diría Magnavacca). Ahora, si el exilio fue "reflexivo" o si se tomó el pire por puro instinto de supervivencia, eso ya es otra cosa. Lo mismo con lo de "desechar los prejuicios"... Por ahí lo que quería era simplemente reemplazarlos con otros más útiles (o que le caían más simpáticos). Pero esos ya son temas para los "estudiosos", y lo mío es "pura doxa" (sin mucho aire de nada, jejeje)
Un abrazo, doctos camaradas!
Grande camarada Rizzo, por eso no fuiste anoche, quizá estabas respondiendo a este debate medieval.
ResponderEliminarEntre las 20.53 y las 21.02 resolvimos (en parte) este asunto, en la sacra compañía del camarada (director) medina g. y en eso andábamos un poco, antes de desviarnos en temas de pasillo.
Esa era justamente la intención del post. O no, en realidad a veces solo yo se que es lo que quiero decir.
Gracias por la pasada.
Dos o tres puntos. Coincido con que Descartes no apreciaba la instantaneidad de la gracia, coincido con la cuestión Dispositio del “discurso del método” y por último coincido con que en realidad cambia unos valores (o reglas según él) por otras mas de su conveniencia.
Saludos.