9.9.10

El vuelo del cisne.

La nota distintiva de Platón es la búsqueda de una realidad absoluta.
La teoría de las ideas, su elemento fundamental y lo que puede ser el inicio del pensamiento filosófico como ciencia, condensa desde distintas maneras todo aquello que se venia gestando, en la Grecia antigua.

El problema surge al tratar de buscar en este orden sensible, fundamentos que solo se dan en la fijeza, donde la realidad es perfecta.
Es necesario realizar un camino de ascensión desde las percepciones sensibles, hacia lo fijo, cierto y estable de los paradigmas.
Platón afirma, que no solo la dialéctica y el razonamiento objetivo nos conducen hacia la perfección, existen los más diversos caminos.

Ascender es purificarse.

La verdadera dimensión del platonismo podrá comenzar a rastrearse, desde una orientación práctica de la vida. Esto se da al entrelazar las creencias religiosas de Platón, iniciado en el orfismo y el pitagorismo con la mayéutica socrática.
Esta articulación es, creer fervientemente en la preexistencia, inmortalidad y transmigración de las almas, y despertar mediante una guía correcta, el recuerdo que se poseía en el alma antes de la unión con el cuerpo, cuando esta, convivía con las ideas, perfección en sí.

En el dialogo El Banquete, la filosofía aparece como una locura divina que conduce a los hombres hacia una belleza trascendente y el proceso de ascensión tiene aquí cuatro grados.
Platón, nos muestra la insuficiencia de la razón pura, tanto para el saber como para la virtud y utiliza, como decíamos antes, otros procedimientos: sentimentales, pasionales, adivinatorios.
Todos los caminos son posibles para alcanzar la contemplación de las realidades perfectas.
Con esto, la filosofía adquiere un profundo sentido moral, donde su fin coincide con la virtud, ya que es un retorno al estado feliz primitivo, en que el alma, libre del estorbo del cuerpo moraba en la plenitud.

De aquí que la filosofía es un camino para la preparación a una muerte feliz, ya que el alma unida al cuerpo es incapaz de la contemplación. Entonces la muerte, es un bien y es una parte, dentro de un mismo ciclo.
Así presentada la muerte, tiene un carácter catártico.
Aprender a morir implica llevar una vida virtuosa, es ir descubriendo la contemplación.

3 comentarios:

  1. Rasgos salientes del dialogo citado.
    El Banquete se desarrolla en los tiempos de las fiestas dionisiacas, es de fácil suponer. Leyendo los primeros párrafos los comensales se ocuparan de deliberar luego de haber comido y bebido, cuando Dioniso sea tomado como juez (es decir cuando estén en profundo estado de ebriedad) luego, se ponen de acuerdo los comensales en que: en realidad van a beber con moderación pues la mayoría, había estado en las celebraciones de la noche anterior. “Tras oír estas razones, convienen todos en que esa reunión no se llevara a cabo en estado de embriaguez”.
    Así, en sobriedad Eriximaco propone discurrir, acerca de la falta de himnos y honores a Eros, un dios tan importante y antiguo.
    Le parece oportuno honrar al dios.
    Entre las primeras cuestiones se afirma que: Eros no tiene ni padre ni madre, de ahí su antigüedad, se reafirma lo dicho, citando la Teogonía de Hesíodo.

    Seguidamente, todos afirman que Eros llena al hombre de bendiciones, pues no hay cosa más bella que un amante para su amante. No hay cosa más sublime, ni honor ni riqueza y lleva al hombre a una exaltación suprema de sus virtudes, equiparándolo con los héroes; lo más noble es dar la vida por el amado.

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  2. No hay Afrodita sin Eros. Toda acción no es en si misma ni bella ni fea, lo que resulta bello o feo es del como se haga.
    La acción será bella solo si se hace conforme a la virtud. De esta manera, el amor es digno de ser alabado en la medida que se ame rectamente, será de lo contrario un amor vulgar, propio de espíritus vulgares.
    Mientras que el amor recto, es provechoso: tanto para los amantes como para la vida de la polis, por eso es sabio.

    Seguidamente, un nuevo discurso versara acerca de la amplitud de Eros, que tiende a abarcarlo todo, desde los asuntos humanos hasta los divinos.
    Amar es buscar armonía, es una consonancia que se encuentra (citado aquí Heráclito) en la sutil unión de dos contrarios, porque lo existente es de naturaleza dual. El amor será una delicada mezcla de recurso y carencia, esa es la génesis del deseo.

    Se pregunta Aristófanes: “¿será que los hombres no se dan cuenta del amor?”, ya que no le rinden culto dignamente.
    De una naturaleza perdida, existía un tercer sexo anterior, que participaba de lo masculino y lo femenino; pero eran arrogantes y altivos, por la suma de ambas naturalezas.
    Zeus y todo el Olimpo, deciden cortarlos en dos, de esta manera se extrañarían y serían más débiles. La sexualidad es vista aquí (hermosamente) como en un abrazo, donde ambos amantes se funden en un reencuentro, que evoca la naturaleza perdida, única, completa.

    Agatón por su parte alabara a Eros propiamente, puesto que los anteriores oradores lo hicieron, desde los dones que ellos recibieron. Eros es un dios feliz, quizá más que todos en el panteón griego. Acá se refute el primer discurso y es presentado como el más joven, pues huye de la vejez y la detesta. Es delicado y ágil, se encuentra siempre en lo vivo, en el perfume y en las flores, es sabio y justo, es además un buen poeta.
    Todos los presentes, aplaudieron el discurso de Agatón.

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  3. Sócrates, comienza su juego preguntando si acaso Eros: ¿es un dios de tal índole que sea amor de algo o de nada? - Un hermano, es hermano de alguien, entonces Eros: ¿desea y ama cuando posee y ama lo que desea o cuando no lo posee? – responde Agatón, que como es lógico se ama más cuando no se posee el objeto del deseo, pero la clave no esta en amar lo que no se tiene hoy, la naturaleza del amor será amar aquello que se ama: mañana, en el futuro, es decir en lo que aun no se tiene.

    Sócrates recuerda un discurso sobre Eros que escucho de Diotima, sabia en muchos temas.
    En primer lugar no es lícito pensar que lo que no es bello, es feo y que lo que no es bueno, es malo. Menos respecto de Eros, que es algo intermedio entre lo bello y lo común; entre lo mortal o inmortal. Tiene el poder de interpretar y transmitir a los dioses las cosas de los hombres, es un nexo entre ellos.
    Es hijo del Recurso y de la Hambruna, concebido en un banquete de los dioses, en honor a Afrodita.
    La naturaleza de su madre lo hace mendigo y la de su padre un intrépido cazador, siempre estará en medio entre la saciedad y el llanto.
    Ama la sabiduría pero no la posee plenamente, está en un camino hacia ella.

    Vemos de esta manera como el dialogo asciende desde la embriaguez mas vulgar, hasta la justa definición de la naturaleza del amor, que tiene en suma la belleza y la felicidad.

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