20.9.10

¡Despacio!

Rápidamente gritó el capitán, al timonel.

Estaba decidido a no intentar burlar el destino y naufragar en el canto de las sirenas.
Ejercía el libre albedrío.

4 comentarios:

  1. No entender, últimamente estoy medio torpe: si estaba decidido a no burlar el destino y ejercia el libre arbitrio, no sería una contradicción logica, ya Destino-Libre arbitrio y son incompatibles desde el punto de vista moderno. Cumpa, dóden te paras, en la teología medieval?

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  2. Compañero. Usted no está torpe, por el contrario es filoso como una daga y su interpretación es correcta, a priori.
    Pero.
    En ese universo barco-destino-capitán-timonel, quién no puede ejercer realmente el libre arbitrio es el timonel, ya que maneja la nave, pero está atado a las decisiones del capitán y hasta del destino. Su voluntad es anulada.

    Dios es el capitán, juega a los dados con su tripulación y somete hasta al mismo tiempo a sus caprichos (divinos). En él, contradicción y no-contradicción se funden en una naturaleza distinta. No es integradora tampoco, es la naturaleza de los dioses.

    Pero (otro pero), hay matices.
    Ya no hablamos de la tensión entre omnipotencia divina y libertad humana, lo cual si es un debate medieval (en toda su dimensión), hablamos de correteos primaverales, hablamos de pasiones que tiñen la razón de fuego y tempestad, de naufragios, de otras luces.
    Porque en el canto de la sirena, es decir en la belleza sublime uno baja la guardia, porque el espíritu de supervivencia busca, hasta que la causa final (si la hubiera) nos encuentra.
    El espíritu de supervivencia, es esperanza en todo caso.
    Saludos.

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  3. Yo no me voy a meter en la discusión. Lo único que se me ocurre aportar es que el Destino, como las demás divinidades, sólo revisten interés si las podemos pensar como agentes (es decir, el tipo de bichos con los que se puede negociar,a los que se puede amenazar,o seducir, o coimear , etc.)
    Algo de eso dice este cuento de Kafka, que recomiendo, se llama "El Silencio de las Sirenas", y se puede leer acá:
    http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/kafka/silencio.htm

    (de hecho, estaba casi convencido que el link del post me iba a llevar a ese cuento, aunque el artículo de Wikipedia tampoco está mal...)

    Un abrazo,
    Pancho.

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  4. Gracias por el aporte Pancho, siempre bien valorado.
    Y se me ocurre que si, Destino tiene entidad en la medida que se la damos, de cualquier manera, termina siendo una deidad, cuando un por puro azar mete la cola en nuestro devenir (diario, cotidiano, vulgar… también en lo extraordinario)
    Saludos.

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