21.2.13


Uno puede hurgar en los bolsillos todo lo que quiera, es una señal de búsqueda solitaria – un gesto, una mueca de optimismo.
Sin embargo hoy es uno de esos días de estática, tanto tiempo que no molestaban que ya no los recordaba – no volvían desde el sótano. La incertidumbre es prima del deambular, por eso la conozco y me repugna.

Hoy no brotan las palabras, ni las imágenes, ni los versos libertarios.
Hoy me embarga otra causa tal vez superior – un imperativo.
Hoy entonces, sepan disculpar el exceso de signos de puntuación, la desconfianza de mis líneas, el tono otoñal del atardecer que viene atardeciendo desde las mas tempranas horas de la mañana.

Hoy es un hasta dentro de un rato y volveremos con nuevos soles, con nuevos bríos. 

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