3.7.12


Hemos sido educados en una sesgada visión de las ciencias sociales, mediante el aprendizaje de recitados vacíos de reflexión. 
Historia, patria, ciudadanía… acaso como sinónimos de una utopía hecha trizas o una nostalgia de lo que no será.
Repetimos aquello de que “la familia es la célula básica de la sociedad” queriendo dar un argumento sólido, sustantivo y con peso propio. Es decir, imposible de ser refutado, siquiera pensado.
En la antigüedad clásica, en la vieja Grecia: a los miembros de la familia se los denominaba “los del mismo comedero” y la casa era el lugar donde se satisfacían las necesidades cotidianas de sus miembros. 
En tanto la vida del ciudadano, pasaba por el espacio de lo público, allí donde el mayor estatus estaba en ocupar el tiempo con vistas al bien común. En los asuntos de la polis. 

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