Para cuando llegue el enemigo habremos de
quemar la tierra, para que no encuentren ni un solo rastro de utilidad, no le
dejaremos nada. Libres o muertos.
Arrasar la tierra es una táctica militar, según
cuentan manuales y eruditos, utilizada en el momento del repliegue, para que
las tropas enemigas no pudieran utilizar ningún recurso en su favor. Esta acción
puede ser discutible si, pero innegablemente tiene arreglos a supervivencia; el
objetivo es detener el avance.
Lo triste es cuando no quedan ni enemigos. Sobrevivir en el desierto es, quizás, posible, pero también muy aburrido. A uno le agarra por el romanticismo y empieza a extrañar las grandes hogueras, las inundaciones, las pestes y los cementerios...
ResponderEliminarY así nacen (nacemos) los bárbaros, que arrasan del desierto, pertrechados de hambre y rencor, de metafísica y de mala poesía. Y sobre todo, sin nada que perder...
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