12.5.12


El fundamento de la libertad es el pensamiento, por eso mismo es además la última frontera.

Eso que llamamos insistentemente pensamiento crítico (como una categoría fetiche de los intelectuales de toda etnia) es una postura que quiere erigirse con cierta distancia de lo cotidiano, distinguiendo los pormenores de cada afirmación o negación del sentido común, de lo que se dice en la plaza.
Lo que buscamos es justificar (argumentar), la visión propia de las cosas, a la luz de razonamientos fundamentados en cuerpos teóricos. Es la base del pensamiento epistémico, es decir de aquel que intenta esclarecer, donde lo vulgar (por cotidiano) asume como normal (estable, dado ahí).
Es una categoría en permanente lucha entre la subjetividad, la pretensión de objetividad y las trampas del lenguaje.

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