Parte I.
En estas pocas líneas buscaremos hacer una pequeña incisión, es decir, según el diccionario: una hendidura poco profunda que se realiza sobre un cuerpo; en este caso hablamos de la profusa obra de Emmanuel Levinas[1].
Buscaremos resumir los puntos más salientes de su pensamiento y comprender las claves que lo inspiran.
Numerosos autores, coinciden en que el centro de su pensamiento está en la búsqueda del Otro y la necesidad de Trascendencia que experimenta el hombre ante la inminencia de la muerte.
Postula como disparador de todo pensamiento y relación humana a la ética: que es la verdadera vía de realización, con vistas a un mas allá metafísico que acaso es Dios, ya que el deseo es el deseo por conocer aquello que nos es inconmensurable, distante y distinto.
Esta perspectiva de apertura, de ser-para-el-otro, se propone como alternativa de apertura y encuentro entre los hombres, ante la apatía y el desamparo de otras propuestas más fatalistas e individualistas, de ahí su relevancia. Levinas propone el encuentro como base de todo sistema de relaciones y en la constitución de una subjetividad dispuesta a la trascendencia, busca el infinito.
El Otro, es posibilidad y camino. En este acto que ante todo es de respeto, él desafía la contemporaneidad individualista, podemos decir de un individualismo por ruptura y no por singularidad.
Su pensamiento esta impregnado de una matriz religiosa propia de su biografía y en una estimable propuesta que no rechaza su matriz, sino que por el contrario, en medio de tanto autoritarismo en pos de la libertad y en medio de una creciente actitud anti-religiosa, Levinas busca reivindicar los valores fundados en lo fraterno. Es una propuesta verdaderamente heroica.
[1] Levinas nace en 1906 y muere en 1995, filósofo y escritor lituano quien luego se nacionaliza frances. Dedicó su vida y extensa obra al estudio de la ética, su biografía está profundamente marcada por la experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Es no de los pensadores de mayor renombre del siglo XX.
Nació en el seno de una familia burguesa judía y en la década del `20 se traslada a Francia, junto a su familia desde su Lituania natal, allí estudia filosofía. Publica su tesis de doctorado bajo el título de “Teoría de la intuición en la fenomenología de Husserl” en el año 1930, década en la que se nacionaliza frances.
Conforme crecía el clima europeo que conducía a los funestos sucesos de la nueva Guerra Mundial, rompe relaciones con Martín Heidegger por sus diferencias ideológicas. Recordemos que Heidegger es asociado al nacional socialismo, pero es un tema que no nos ocupa oportunamente.
Luego una vez estallada la guerra sirve como interprete y traductor del ejercito aliado y es apresado un año mas tarde, padeciendo el cautiverio en un campo de concentración desde 1940 hasta la finalización del conflicto. Buena parte de su familia muere, producto del holocausto. Durante su cautiverio escribe “De la existencia al Existente” que publica en 1947, tiempo en el que además escribe “El tiempo y el Otro”.
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