4.1.11

La razón esta en la rama II.

Finito e infinito no son opuestos irreconciliables, sino complementarios. El pequeño está incluido – envuelto quizá, en el inconmensurable.

A la manera de Heráclito (a quien siempre retornamos), hay un fluir eterno entre opuestos que se reconcilian brevemente para existir en una guerra efímera (y perpetua).
Uno (nosotros) no podemos entrar dos veces en el mismo río, quizá no sea una idea descabellada de un pre-socrático, sino que tiene un peso significativo y una validez lógica, real y concreta.
En este sentido las ideas son imperecederas, inmutables, en si y para si. En clave platónica, las ideas son autosuficientes y perfectas. Porque superan el paso del tiempo y del espacio.

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