13.12.10

Crónicas.

Del lecho de la dama y el vagabundo.

¿La posmodernidad es superación de la modernidad por corrimiento del eje o solamente es fragmentación por derrumbe?
¿Cómo pensamos acerca de este – nuestro – tiempo?
Si podemos acertar: en que es un proceso cultural multiforme.
Pensar lo multiforme, es pensar la mezcla, la desacralización de las formas culturales y naturalizar una actitud desencantada – ¿acaso es el principio de la apatía de nuestros días? – quizá, solo eso respondemos, porque las respuestas no son “una” ante nada, nunca – mientras se precie algo de posmoderno.
Habrá tantas verdades como miradas de la realidad, así se abandonan las pretensiones de “nueva era” y por ende, podremos asistir al final de la historia, no como tiempo cronológico que anticipa la destrucción total, sino como letargo o estado vegetal.
Al mismo tiempo, es capaz de generarse en el hombre un instinto de vida, positiva y emancipatoria, porque la clave para entender este tiempo, es caminar por la delicada línea que separa la apatía - de la incongruencia radical.
La otredad se manifiesta como igualmente válido, por definición de un sistema no-piramidal, sino en red.
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O podría haberse llamado: “ella ya no es rubia y el tampoco es un gangster”.
O tal vez: “derribando fronteras y perdiendo el habla”
O mejor: “nada del mundo es real”.

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