La filosofía de poco sirve si se concibe como mera contemplación, debe hacer las preguntas más radicales, desprendiéndose de todo orden establecido y elevarnos hasta la idea de sumo bien, que no es otra cosa que la conjunción de la justicia y el amor. Podemos partir desde esta consideración metafísica y sumergirnos en las fluctuantes aguas de la historia social y económica, desde los inicios de la modernidad como fundamento de nuestros días.

Luego el filósofo en su búsqueda, debe volver y cumplir su responsabilidad política-moral, debe regresar para ofrecerse, Marx en la tan citada Tesis número 11 sobre Feuerbach dice: “los filósofos no han hecho mas que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”.