Cuando venía de camino me cruzo con una pompa fúnebre,
apenas un acompañamiento. Su contundencia es irrefutable y en ese momento
estallan todos los conceptos de eternidad, posteridad incluso olvido y perdón. 
Me pregunto si la idea de trascender mas allá
del tiempo, no es otra banalidad irreverente. 



No hay comentarios:
Publicar un comentario