21.3.11

¡Solo para locos! - Toma 1.

Otra vez sumergido entre las páginas del Lobo Estepario, pensaba apresuradamente en su personaje (Harry Heller) un auténtico Nietzscheano, vale decir: un niño caprichoso (frágil y enfermizo), obsesionado con la mediocridad burguesa a la que pertenece, incapaz de mantener relaciones estables con su alrededor, celoso de guardar un aislamiento que lo aturde.

Sin embargo posee una llama que lo empuja a buscar siempre el impulso vital (aún camino al suicidio) que lo aleja del pequeño hombre común, aun auténtico pirómano.
Obviamente su autor, Hermann Hesse quien lleva las mismas iniciales que el personaje, es un hombre abatido.

2 comentarios:

  1. Me gustaría volver a ese libro. Creo que he cambiado mucho desde el momento en que lo leí, y de hecho he olvidado gran parte ya. Buena idea releerlo..
    Un abrazo

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  2. Hace algún tiempo rescate este ejemplar de una absurda mesa llamada “saldos literarios” – quizá como Harry Heller, o yo mismo, o la asociación ilícita que se hace con Nietzsche en entramados pasillos multiversales.
    Gracias por pasar Franco, siempre bienvenido.

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