El mimo enmudeció. Cuando está acompañado su profesión se lo impide. Pero cuando está solo le teme a la locura.
Durante el almuerzo acompañó una sonrisa con aceitunas verdes.
¿Qué clase de profesión sería la del filósofo?
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¿No estará ud sugiriendo que los filósofos son charlatantes de profesión, no?
ResponderEliminarY ya que estamos, vea usted qué caso curioso el de los mimos: se las arreglan para hacerse odiar casi tanto como los filósofos, y sin decir una palabra. ¿Habrá quién sepa callar en público, sin miedo al ridículo y sin secretas intenciones de pasar la gorra al final de la función? Quaeritur...
Y otra más, esta vez acerca de las odiosas homonimias. "Mimo" suele designar algo hermoso en el contexto de la intimidad, pero algo que casi todos se apuran a despreciar cuando lo encuentran en la vía pública.
ResponderEliminarEvidentemente, "mimo" se dice de muchas maneras...
(Y ahí nomás te tiré un excelente tema para una tesis doctoral, jejeje)
Y hablando de todo un poco, a ver cuando nos encontramos en algún plano menos "virtual"...
ResponderEliminarUn abrazo.
Pancho
Como sugerir-sugerir no, es tal vez una disrupción mal puesta. Hay días en los que uno valora el silencio, no por no tener nada que decir, sino porque no hay quien quiera oír.
ResponderEliminarPero de todos modos: ¿a que se dedica un filósofo en las puertas del siglo XXVI? – siempre a contra mano, como un rabino existencialista.
Al respecto de los otros respectos: encontrarnos en otros planos, es cuestión de horarios, el 16 tengo el segundo round de año con algunas cuestiones antropológicas, luego podremos brindar sin problemas. Pero al respecto de los mimos, si… son todo un tema. Los fetichistas de cara pintada y los fetichismos de cara lavada.
..."los fetichismos de cara lavada", me gustó...
ResponderEliminarHe aprendido a desconfiar de las dominatrix sin corset de cuero ni botas de vinilo, y a los mesías que vienen sin bata, barba ni corona de espinas. Son mucho más interesantes que los estereotipos, por supuesto, pero son infinitamente más peligrosos (y no por simuladores, sino por lúcidos).
Nos veremos después de los exámenes.
Lo que pasa es que uno se relaja y se somete mejor ante los estereotipos, los lobos con piel de cordero asaltan y por lo general es k.o en primera vuelta.
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