Pensemos uno cualquiera y pensemos en los tres modos de interpretar la temporalidad.
¿Dónde se pondrá el acento?
¿En el pasado reciente, que dio origen a ese discurso falso y burlón de la dignidad del hombre? ¿En el presente de un auditorio anestesiado (que de seguro aclama al orador)?
¿O al futuro incierto que se deriva de tal?
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Yo soy de las que dicen que hay que coger un granito de aquí y de allá...
ResponderEliminarHay que aprender del pasado, hay que vivir el presente (carpe diem) y hay que construir el futuro!!!
Bkñssss