Y cuando se nos devela que los valores fundamentales, son en realidad alegorías y justificaciones (que bien pueden ser reemplazadas por otras), el hombre enfrenta dos posibilidades para continuar el tránsito de la vida:
1 – la superación personal y del entorno, construyendo una autenticidad, que sin embargo es arma de doble filo.
2 – deviene en una angustiosa derrota que lo pone de cara a una finitud vacía.
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De todas formas,es un arma... pero con varios filos...
ResponderEliminariluminador, ahora entiendo de que se trataba tanta tristeza...
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