4.9.12


Pensando en el tiempo, me encuentro haciendo un mapa mental del futuro apocalíptico – el futurismo es un estado anímico, como el pasado o el presente, por ende no en ocasiones se evoca florido y evolucionado. Sin embargo, demasiado cine o quizá una íntima convicción de que somos protagonistas de las ruinas que tapizan nuestro suelo global, representamos el futuro lejano, como una aridez en que las guerrillas, resisten a la destrucción final de nuestro tiempo y espacio…

¿Dónde habrá lugar para la esperanza, cuando ni un solo bosque plenifique un pedazo de aldea?

No hay comentarios:

Publicar un comentario