“3 horas, 16
minutos y 30 segundos…” es un poema del siempre incorrecto Charles Bukowski; una
pluma perversa, viva y triste (al mismo tiempo) – un libertino, dice un verso
por ahí sobre la mitad:
“… algún día
escribiré un poema
que
encenderá volcanes…”
Siente
sueño, es el hastío por la mediocridad que lo rodea (mediocridad que lo funde a
ella), es abatido por el entorno que habla del tiempo, de recetas, de
estupideces.
De estrellas
lejanas, es un perfecto desencajado en medio de la nausea de no-ser.
En su
interior una vos le dice: “… déjale que ganen (los demás)…”.
Un derrotado
por si mismo, el triste antihéroe.
Y por qué nos obstinamos en buscar la autenticidad y trascendencia en la lejanía y el desasosiego. Si me quieren hablar del no-ser que me hablen de Parménides y hagamos lógica, pero no esbocemos le angustia innecesarfia aun que fuera real de J.P Sartre. Siento profundidad en mi ser y mi persona pero ello no me lleva al hueco de la angustia. La búsqueda es en si un camino y objetivo, nos diría Homero. Sin ser optimistas no vamos a ningún sitio. No es una elección es un camino unidireccional. La investigación de la tristeza y angustia es una perdida inútil y vanal del tiempo. La felicidad no te la dan, se coge.
ResponderEliminarAdemas, y como computo de méritos, es bastante mas fácil hacer llorar que reír.
Adioos.