22.2.11

Dicen de la Edad Media que se desmoronó.

Degeneró desde adentro de si misma, es decir que las condiciones de existencia fueron cambiando (y dando vuelta la realidad hacia otra realidad), desde si y para si.

Eso, es algo que puede decirse de cualquier tiempo-espacio. Mas sabemos bien que no hay condiciones de fuera de la sociedad, todo es sociedad-naturaleza-universo… o realidad.
La Navaja de Ockam pedía que no se multipliquen innecesariamente los entes, que busquemos la explicación mas sencilla y fue allí durante el siglo XIV cuando se consolida una nueva clase social como hegemónica.
Fueron los burgueses, clase sin herencia nobiliaria, sin pasado: la que armada con el futuro prospero, tomó las riendas de la cuestión social.
Hubo que financiar las extravagancias de la nobleza y de los clérigos, hubo que hacer el trabajo sucio y a tasas de interés elevadas.
A este respecto era necesaria una nueva mirada, ya no mas puesta en las ideas inmutables (en los universales), dios y las virtudes. En la sacralizad cuasi-divina, ni en las investiduras. Ahora el tiempo que era medido en unidades de compra-venta, necesitaba de una explicación más sencilla, articulada con el ritmo que imprimía esta nueva tendencia.
Tendencia de un hombre secular que miraba con otras lentes. Un hombre que comenzaba a disfrutar del ocio remanente de nuevas riquezas, ahora si: con perspectivas.
Esta nueva realidad: dinámica, urbana, físico-matemática ya no se piensa en términos de eternidad, ahora se lanza hacia la conquista y dominación.

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