En la genealogía de la moral, el amigo de nadie F. Nietzsche (se) nos pinta a los hombres, como ese animal enfermizo en relación con todos los demás animales, que en su instinto (racional y de fuerza) busca el dominio y lucha primero contra el resto de los animales por el alimento y cobijo.
Luego, al desarrollar el pensamiento increpa a los dioses.
Habiendo (al final) caído en la trampa que su propia razón le tendió, en su eterna insatisfacción, lucha contra si mismo.
He de decir brevemente, es verdad aquello de que uno debe meterse, lo más que pueda en la biografía del pensador, para comprender desde donde escribe. Uno es lo que come, uno es lo que escribe.
Hay pensamientos mas positivos y entusiastas que la del filósofo con martillo, aunque sea un gran (y verdadero) conocedor del hombre, es obvio, que escribe desde su condición.
15.11.10
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