10.11.14

Hay días que el tipo se sentía avasallado como una frontera en litigio.
Todos sus recursos eran escasos y las toxinas se respiraban como los días siguientes a un bombardeo. Escribía poco porque coincidía con aquello de que es necesaria cierta paz para hacerlo, pero aún así ¡ resistía ! porque había logrado crear los anticuerpos suficientes contra la estupidez, contra lo obvio y a favor de todas las constelaciones.

Cada día, cuando anochecía asistía a ese club selecto allá bien lejos, en el extremo inferior de la cruz del sur. 

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