La semana pasada hemos tratado de sentar una
posición acerca de la violencia en las calles y los linchamientos, que no son
otra cosa que el primer síntoma de la irracionalidad, el comienzo del
resquebrajamiento del tejido social; sabiendo que no podemos pedir justicia, idéntico
trato y mismo acceso a las oportunidades a patadas como mulas irreflexivas. A aquella
humilde reflexión, se le contrapone la opinión arrojada a un medio masivo de
comunicación como es “La Nación ”
en la que Mariano Grondona, como siempre, desde el pedestal de las clases
privilegiadas y de los apellidos mas patricios de la argentinidad, se ubica en
una posición en la que justifica la violencia a expensas de lo que titula “la
noche en que tuvimos miedo” que comienza definiéndolo como aquel sentimiento
prudencial por el cual aprendemos a evitar peligros.
La célebre obra “El libro de la Selva ” de Rudyard Kipling,
narra en el capítulo llamado “de cuando llegó el miedo” que, de a cuerdo con la
ley de la selva, está prohibido con
penas capitales que ningún animal podrá cazar / matar en las proximidades del
bebedero (a orillas del río), a esa ley fundamental de la sociedad la llamaban “la
tregua del agua”, tampoco podía matarse por placer (destinada a los
depredadores) y menos (jamás) podía matarse a un hombre, ya que el hombre es el
origen mismo del miedo de todo animal en la selva. Esa regla fundamental fue
rota por el tigre, la voz de la sentencia que lo juzgó dice, “¡Ah ciego e insensato! Le quitaste a la
muerte las cadenas que apresaban sus pies, y ahora ella seguirá tus huellas…
mataste a uno, muchos mas vendrán contra ti”
Nosotros creemos que el lazo social mas
primitivo y mas profundo no es el miedo, sino la solidaridad y aquello que nos
hace libres en una sociedad democrática es el apego a la ley, como decíamos antes
no podemos elegir que parte del sistema jurídico cumplir y que parte no,
buscando ser coherentes con aquello que decimos / pedimos, como dice Platón en
el inicio de su diálogo “Las leyes”, ellas fueron creadas para cuidar de la
ciudad.
Nosotros creemos en una sociedad que tienda a
la paz y en una resistencia no-violenta, en permanente búsqueda de mayores
libertades.
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