27.2.12

Desde Russell (parte II)


En su obra “Los problemas de la filosofía”, Russell inicia el capítulo I, el cual versa sobre la “Apariencia y Realidad”, lo inicia preguntando: ¿existe en el mundo algún conocimiento que pueda ser tan cierto que ningún hombre pueda dudar de él? - Es una pregunta en extremo complicada de ser abordada, hacerlo, es abordar la propia filosofía – se responde el autor. Es decir, es buscar respuestas sin dogmatismos, por el contrario, es hacerlo críticamente, sacando todo lo borroso que hay sobre lo claro. Es un camino de búsqueda de la certeza. Se propone comenzar desde nuestras experiencias cercanas para luego avanzar.

A partir de allí Russell demuestra que el conocimiento esta impregnado de apariencias y puntos de vistas, esos puntos de vistas conducen a la duda ya que todo hombre observará (aún en la misma circunstancia) cosas distintas, sus impresiones son divergentes. Inclusive lo que resulta harto evidente, se torna difícil de sostener cuando se trata de precisar.

Para comprender mejor el párrafo será necesario ver el argumento ampliamente desarrollado en el libro, al respecto de la mesa de madera del ambiente en el que se encuentra. ¿Cuál es la realidad de la mesa? ¿Acaso no hay ninguna mesa real? Tenemos informaciones sensoriales, luego la sensación de la experiencia. Pero en rigor de la verdad la mesa, no es su sensación en nosotros. Hace aquí un análisis de la percepción. Las apariencias son relativas y los datos que percibimos emanan de los sentidos. Los objetos causan datos en los sentidos y solo podemos conocer la relación entre ellos, pero no la naturaleza intrínseca del objeto.

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