17.12.14

En la sección de “Cultura y espectáculos” del Página 12 de hoy (17 de diciembre) leo el breve artículo “La literatura como modo de liberación”, el titulo es atrapante y envolvente.
En el párrafo central me tropiezo con el fragmento de un testimonio que dice: “… la escritura es liberadora (…) me da esa dimensión de poder viajar con la fantasía, de buscar palabras que quizá en mi vida utilicé, de hacer con ellas combinaciones que se mezclan en una licuadora y hacen un jugo espectacular…”

Lo comparto porque me pareció de lo más interesante, certero y amerita tomarlo como desayuno. 

2.12.14

Suenan ruidos de cadenas. Él tipo, que más de una vez se había esmerado en leer “La vida es sueño” solo lograba terminar un breve puñado de versos: que el filósofo era un borracho barbón y que Rosaura con su funesta boca narraba dolor desde lo profundo de la noche. Pero ahora eran otros tiempos, de más alegrías que dudas, incluso de más alegrías que certezas. Entonces, ¿para qué linchar la razón con caballos desbocados?, ¿para qué invocar a la diosa furiosa hasta las vísperas del próximo otoño?