El viento que desde la ventana veo, en la copa
de los árboles, me recuerda el ocaso de las oraciones excluidas de tantos
párrafos.
Las silenciadas, las omitidas, las delirantes, las mendigas, las
insultantes, las exultantes, las piadosas, las despiadadas. Todas ellas han volado de la mente, como de
aquellas charlas y textos.
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